El Consejo de DDHH de la ONU celebrará una sesión especial este viernes ante la «grave situación» en Etiopía
Etiopía critica la «lamentable» propuesta del Consejo de DDHH y apunta a «presiones políticas» en su contra
La ONU denuncia la incautación de camiones del Programa Mundial de Alimentos por parte de fuerzas militares
El Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas ha anunciado que celebrará una sesión especial este viernes ante la «grave situación» que se vive en Etiopía respecto a los derechos civiles.
Para que el organismo pueda celebrar una reunión de estas características es necesario que un tercio de los 47 miembros del Consejo –al menos 16– apoyen la propuesta. En este caso, la petición ha contado con el voto favorable de 17 naciones.
Así, Austria, Bulgaria, República Checa, Fiji, Dinamarca, Francia, Alemania, Italia, Japón, Países Bajos, México, Polonia, Islas Marshall, Corea del Sur, Uruguay, Ucrania y Reino Unido ya se han mostrado favorables a la celebración de la sesión especial, recoge el organismo de la ONU en un comunicado.
Es probable que más países se posicionen a favor de la sesión, al igual que lo han hecho otros 36 estados observadores, entre ellos España.
El Consejo de Derechos Humanos de la ONU ha informado de que la sesión extraordinaria tendrá lugar en formato híbrido este viernes, si bien el miércoles se celebrará una reunión previa de la organización donde se darán a conocer «detalles específicos» sobre la sesión.
Este mismo lunes, la delegación de la Unión Europea en Ginebra ha lanzado una publicación en sus redes sociales en la que ha expresado que «ante el agravante de la situación» había remitido una carta al presidente del organismo de la ONU solicitando la celebración de una reunión sobre Etiopía.
«A la luz del agravante de la situación, creemos que la comunidad internacional tiene la obligación moral de tratar de prevenir más atrocidades y garantizar la rendición de cuentas y la justicia para las víctimas y los supervivientes», ha trasladado el embajador de los Veintisiete en Ginebra, Lotte Knudsen.
ETIOPÍA SE MUESTRA «PERPLEJA»
Por su parte, las autoridades etíopes han trasladado estar «perplejas» ante la «lamentable situación» que busca «ejercer presión política» en el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas.
«Algunos en el Consejo de Derechos Humanos, que han hecho público su total desprecio por los esfuerzos hecho y trabajo realizado por el Gobierno, han sentido la necesidad de convocar una sesión especial con el objetivo de tener algún tipo de resultado para lograr lo que parece ser un objetivo políticamente motivado», ha señalado el Ministerio de Relaciones Exteriores etíope en un comunicado.
Además, la cartera diplomática de Etiopía ha aseverado que «esta no es la primera vez» que el país es «testigo de un intento injusto y contraproducente de algunos para ejercer presión política».
Así, el Gobierno de la nación africana ha pedido a los miembros del Consejo que voten en contra de la celebración de esta sesión extraordinaria, y ha criticado al organismo, pues lo que sí que debería haber sido una «prioridad», ha argumentado, era «la tarea urgente de llevar a cabo una investigación sobre las violaciones de Derechos Humanos y las atrocidades cometidas por el grupo terrorista Frente de Liberación Popular de Tigray (TPLF) en los estados regionales de Afar y Amhara».
«Es lamentable ser testigo de que algunos miembros del Consejo no han hecho un llamamiento de ese tipo. Esto debe rectificarse de inmediato», ha expresado el Gobierno etíope, que ha zanjado la polémica, asegurando su intención de mostrar a los miembros del organismo y la comunidad internacional su «compromiso» de participar «de manera constructiva y cumplir con sus obligaciones» de respetar, proteger y cumplir los Derechos Humanos.
CAMIONES DEL PMA
En el marco del conflicto armado en el país, el portavoz de la Secretaría General de Naciones Unidas, Stéphane Dujarric, ha informado este lunes de que el Programa Mundial de Alimentos (PMA) ha sufrido este fin de semana la incautación de varios de sus camiones y activos, y han recibido amenazas a su personal.
«En la noche del 10 de diciembre un grupo de individuos armados, que se cree que pertenecían a las Fuerzas de Defensa Nacional de Etiopía o a una fuerza militar aliada afiliada, ingresaron en el recinto del Comité de Gestión de Riesgo de Desastres de Kombolcha y se llevaron 18 camiones del PMA por la fuerza», ha detallado Dujarric.
Si bien, el portavoz del secretario general, António Guterres, ha remarcado que «la mayoría de los camiones han sido devueltos», aún se desconoce el paradero de tres de ellos, mientras que el PMA y las autoridades locales se encuentran inmersas en las labores de búsqueda de estos vehículos.
«El PMA y sus asociados reiteran que, de conformidad con el derecho internacional humanitario, está prohibido atacar, destruir, apropiarse indebidamente o saquear suministros, instalaciones, material, unidades o vehículos de socorro», ha recordado Dujarric, quien ha añadido que «la seguridad y protección del personal» de Naciones Unidas «sigue siendo la máxima prioridad».
CONFLICTO ETÍOPE
El primer ministro etíope, Abiy Ahmed, ordenó en noviembre de 2020 una ofensiva militar contra el TPLF en respuesta a un ataque del grupo contra la base del Ejército en Mekelle. Si bien el Ejército logró avances rápidamente y Adís Abeba instauró una autoridad interina en Tigray, el TPLF ganó terreno en junio y recuperó la capital regional, lo que llevó a Abiy a anunciar un alto el fuego unilateral citando motivos humanitarios.
Por contra, el TPLF rechazó este alto el fuego y reclamó la retirada total de las tropas etíopes y eritreas de Tigray, antes de expandir su ofensiva a las adyacentes regiones de Amhara y Afar y avanzar hacia Adís Abeba, haciendo temer una propagación de la guerra al resto del país.
El TPLF ha rechazado hasta la fecha un diálogo con Abiy si no se cumplen sus condiciones y ha abogado abiertamente por la dimisión del primer ministro, al que acusa de azuzar las tensiones desde su llegada al poder en abril de 2018, cuando se convirtió en el primer oromo en acceder al cargo.
Hasta entonces, el TPLF había sido la fuerza dominante dentro de la coalición que gobernó Etiopía desde 1991, el Frente Democrático Revolucionario del Pueblo Etíope (EPRDF), sustentada en las etnias. El grupo se opuso a las reformas de Abiy, que consideró como un intento de socavar su influencia.