30 jóvenes del Área de Salud Mental del Hospital Sant Joan de Déu usan Instagram como herramienta terapéutica contra TCA
Un grupo de 30 jóvenes, de entre nueve y 17 años, del Área de Salud Mental del Hospital Sant Joan de Déu (Barcelona) han creado la primera cuenta de Instagram que tiene una finalidad terapéutica contra los Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA), (los más frecuentes son la bulimia y la anorexia) y así se acercan a otros jóvenes, que son principalmente el colectivo que padece estas enfermedades.
La cuenta @stoptca_sjd está coordinada por el enfermero de la Unidad de Trastornos de la Conducta Alimentaria del hospital, Jordi Mitjà que, en declaraciones a Europa Press, con motivo del Día Internacional de la Lucha contra los TCA (30 de noviembre), ha desvelado que el objetivo del proyecto es mejorar la autoestima de los 30 jóvenes para que puedan hacer frente al TCA que padecen.
«Con el proyecto pretendemos fomentar que los pacientes adquieran conciencia de su problema y aumentar la motivación para realizar cambios, dos pasos fundamentales en el proceso terapéutico. Se ofrece un discurso alternativo al de otros perfiles de redes sociales y publicaciones digitales que muestran la anorexia y otros trastornos alimentarios como estilos de vida y no como una enfermedad mental», ha comentado el enfermero.
En la actualidad, la cuenta lleva activa casi tres años (20 de marzo de 2019) y supera los 21.900 seguidores y ya han recibido más de 350 mensajes privados de personas afectadas por un TCA. Los contenidos que ofrece la cuenta son ideas que generan los jóvenes.
En este sentido, Jordi Mitjà ha reconocido que el proyecto se basa en la estrategia «de apoyo entre iguales», puesto que es un canal de comunicación abierto que tiene apoyo de la organización «y se nutre de la experiencia del paciente y del conocimiento del profesional, lo que desemboca en una educación basada en la evidencia científica y apoyada en valores positivos. «Esto supone un claro ejemplo de participación de los pacientes en la toma de decisiones», ha subrayado.
LA COVID-19, LA TORMENTA PERFECTA
Por otro lado, la COVID-19, el confinamiento y las redes sociales han provocado un aumento del 20 por ciento de casos de TCA, según la Fundación Fita, que ha estimado que en España hay unas 400.000 personas que padecen esta enfermedad, de las cuales, 300.000 son jóvenes adolescentes.
Al respecto, la directora de la Asociación Contra la Anorexia y la Bulimia (ACAB), Sara Bujalance, ha reconocido, en declaraciones a Europa Press, que la COVID-19 ha supuesto «la tormenta perfecta» para que esto ocurra, ya que con ella, se han aumentado los factores de riesgo relacionados con la salud mental, como la incertidumbre, pérdidas de familiares, pérdidas laborales o económicas, lo que ha desembocado en más situaciones de ansiedad, que se han repetido más en los jóvenes «que son los más vulnerables».
«El hecho de pasar tanto tiempo en casa para los jóvenes ha favorecido que estén más tiempo dentro de las redes sociales que, a pesar de tener aspectos muy positivos, tienen detalles negativos como el culto al cuerpo, difusión de imágenes de modelos de belleza poco realistas o la cultura de la dieta», ha explicado.
Por ejemplo, la directora ha detallado que, desde ACAB, en 2019, año previo al coronavirus, atendían a unas 2.000 personas pero al año siguiente esta cifra aumentó hasta las 5.000 consultas, una cifra que se ha repetido en 2021. El perfil más marcado, a juicio de Sara Bujalance, son chicas de entre 15-25 años aunque ha matizado que también hay hombres, lo que ocurre es que «cuesta más detectarlos porque no piden ayuda».
Para frenar este aumento de casos, la directora ha insistido en «la importancia de educar a los jóvenes en redes sociales para que hagan un buen uso de estas y se manejen bien en ellas».
ENCUESTA
Por último, este lunes, día previo al Día Internacional de la Lucha contra los TCA, ACAB ha presentado los resultados de la encuesta que han realizado a más de 5.000 jóvenes, durante el curso 2020-2021, de entre 12 y 16 años de colegios de toda Cataluña.
La principal conclusión que extrae el documento es que un 47 por ciento de los adolescentes quieren perder peso, una cifra que ha aumentado respecto a 2019 (32%). En el caso de los chicos las cifras también han aumentado, pasando del 15 por ciento al 21 por ciento.
Estos datos responde, para Sara Bujalance, a la insatisfacción del propio cuerpo, ya que un 41 por ciento de las chicas de 12 a 16 años reconoce que ha hecho dieta, sin control médico. «Es un aumento de siete puntos respecto al 2019. En esta misma franja de edad, en los chicos el porcentaje se mantiene en un 23 por ciento», ha comentado.
Asimismo, la encuesta también ha revelado un aumento de las burlas por la condición física de las víctimas; un 42 por ciento reconoce que ha sufrido burlas y en el 86% por ciento de los casos tienen que ver con el cuerpo.