Colombia.-Guterres señala la «obligación moral» de asegurar el «éxito» del acuerdo de paz en su quinto aniversario
Duque defiende que «pretender hablar de paz mientras se asesina y secuestra es una burla a Colombia»
El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, ha asegurado este miércoles que hay una «obligación moral» de garantizar el «éxito» del acuerdo de paz de Colombia, cuando se cumplen cinco años desde su firma, que puso fin a más de 50 años de conflicto en el país latinoamericano.
En un acto junto al presidente colombiano, Iván Duque, y el expresidente Juan Manuel Santos –al frente del país en el momento en que se rubricó el acuerdo de paz–, Guterres ha aseverado que la firma del acuerdo «generó esperanza e inspiración en Colombia y en el mundo».
«Después de más de cinco décadas de conflicto y sufrimiento, tenemos la obligación moral de garantizar que este proceso de paz tenga éxito», ha pedido el máximo representante de Naciones Unidas. Guterres ha visitado el tribunal de la Justicia Especial para la Paz (JEP), creado con el objetivo de ofrecer justicia a las víctimas del conflicto que durante 50 años dividió al país.
«Al hacer hoy balance, podemos afirmar con confianza que el proceso de paz está echando raíces profundas», ha agregado el secretario general, quien también ha aseverado que celebrar el quinto aniversario del acuerdo «es un testimonio del compromiso de las partes, pero también del Estado y de la vibrante sociedad civil colombiana».
Para Guterres, «los logros son innegables» y «Colombia debe estar orgullosa de ellos», ya que «en un mundo marcado por los conflictos, muchos de ellos sin un final a la vista, un acuerdo de paz negociado para poner fin a un conflicto que muchos creían sin solución es algo sumamente único y valioso».
No obstante, ha alertado, existen riesgos para la paz. «La violencia ha resurgido en las regiones afectadas por el conflicto. Las amenazas y asesinatos de excombatientes, líderes sociales y defensores de Derechos Humanos; el desplazamiento; la violencia contra las mujeres y la violencia sexual; el reclutamiento de niños: todo ello contraviene la paz».
«Cada muerte es en sí misma una tragedia. Cada muerte envía un mensaje devastador a estas comunidades que aún esperan las promesas del acuerdo», ha alertado Guterres, aunque «no es tarde para revertir esa tendencia». «Aún quedan diez años de lo inicialmente planificado» y «los desafíos son parte de los procesos de paz», ha considerado.
«BURLA A COLOMBIA»
Por su parte, Duque ha asegurado que le «duelen los asesinatos de cualquier ciudadano, de excombatientes y líderes sociales», pero ha señalado que es «bueno» preguntarse «quiénes están detrás de estos crímenes». «Ahí están presente otras formas de violencia que no se han extinguido en el país, como el ELN, los Caparros, los Pelusos, el Clan del Golfo, y otra serie de organizaciones que siguieron después de la firma pero que tenemos que enfrentarlos con determinación», ha asegurado el presidente, recoge El Tiempo .
«Pretender hablar de paz mientras se asesina y secuestra es una burla a Colombia», ha denunciado el mandatario, que ha pedido compromiso para alcanzar la paz, a la vez que ha hecho un repaso por los logros de su Gobierno en cuanto a implementación de los acuerdos. «Este tiene ser un momento de muchas reflexiones, pero quiero decir con orgullo que la paz con legalidad avanza porque queremos una mejor sociedad», ha indicado.
Duque ha subrayado que «alcanzar la paz significa la ausencia de violencia, significa el triunfo de la convivencia, alcanzar la paz significa que en nuestro país nadie se sienta en situación de indefensión y temor por razones de su pensamiento o de sus creencias».
El presidente ha pronunciado un crítico discurso en el que ha lamentado que «pese a la generosidad del Estado colombiano de sentarse 17 meses» a negociar con el Ejército de Liberación Nacional (ELN), «en ese tiempo cometieron 400 hechos de terrorismo, asesinaron a más de 100 personas y secuestraron a más de 10 colombianos». Por eso, ha recordado al grupo que «alcanzar la paz» requiere un compromiso que no sea de palabra».