La coalición asegura haber matado a más de 130 huthis en ataques en las provincias de Marib y Al Bayda
El enviado de Estados Unidos para Yemen viajará a Arabia Saudí para tratar los últimos movimientos de los rebeldes
La coalición internacional que lidera Arabia Saudí ha anunciado este martes la muerte de más de 130 supuestos huthis en ataques en las provincias de Marib y Al Bayda, en Yemen, en medio del recrudecimiento de los combates a causa de la ofensiva lanzada en febrero por los rebeldes.
Así, la coalición ha detallado en un comunicado que los ataques también se han saldado con la destrucción de más de 16 vehículos militares; y que una serie de enfrentamientos en puntos de la costa del mar Rojo ha permitido alcanzar cuatro posiciones huthis, recoge el diario saudí Arab News .
Marib es el epicentro del conflicto en el país después de que los huthis lanzaran una ofensiva contra ella en febrero, si bien los combates han repuntado durante las últimas semanas. La provincia, con importantes reservas de petróleo, es además el único bastión en el norte del país del Ejecutivo reconocido internacionalmente.
Por otro lado, el enviado especial de Estados Unidos para Yemen, Tim Lenderking, ha viajado a Arabia Saudí, y más tarde a Bahréin, para mantener una reunión con «un equipo interinstitucional para coordinar acciones de seguridad regional y una amplia gama de preocupaciones con Irán».
«También hablará sobre la detención continua por parte de los huthis de algunos miembros del personal yemení en la Embajada de Estados Unidos en Saná», así como «la violación» de los rebeldes del recinto de este organismo», según ha informado el Departamento de Estado en un comunicado.
La guerra en Yemen enfrenta al Gobierno reconocido internacionalmente, encabezado por Abdo Rabbu Mansur Hadi y apoyado por una coalición internacional liderada por Arabia Saudí, y a los huthis, respaldados por Irán.
En este contexto, Naciones Unidas ha informado de que la violencia en las inmediaciones del puerto de Hodeida ya ha provocado el desplazamiento de más de 6.000 personas.
Los rebeldes controlan la capital, Saná, y otras zonas del norte y el oeste del país. El conflicto ha sufrido un recrudecimiento en varios frentes durante los últimos meses, pese a los esfuerzos internacionales de mediación, en una guerra que ha provocado la que es la mayor crisis humanitaria mundial.