Borrell pide recursos europeos para la crisis migratoria, humanitaria y geopolítica en la frontera polaca
BRUSELAS, 10
El Alto Representante de la Unión Europea para Política Exterior, Josep Borrell, ha tachado de crisis humanitaria, migratoria y geopolítica la situación en la frontera de Polonia y Bielorrusia, donde Minsk empuja a migrantes a territorio europeo, y ha llamado a movilizar todos los recursos europeos para afrontar la situación.
«La crisis es severa. No es una guerra pero es un ataque, es el uso de personas vulnerables como armas que pueden ser lanzadas contra un muro», ha asegurado Borrell en un debate en el Parlamento Europeo centrado en la crisis en la frontera de Polonia y Bielorrusia, donde se agolpan miles de migrantes conducidos por las autoridades bielorrusas.
El jefe de la diplomacia comunitaria ha criticado la instrumentalización de la migración por parte del presidente bielorruso, Alexander Lukashenko, y ha señalado que la UE debe movilizar todos los recursos para abordar la situación «desde el punto de vista humanitario, migratorio y geopolítico».
DEBATE SOBRE LA FINANCIACIÓN DE UN MURO
En plena discusión en Europa sobre si hay que financiar la construcción de muros y alambradas, Borrell ha definido como «crisis humanitaria» la situación en la frontera externa de la UE y ha pedido afrontarla como tal, asegurando que Polonia y Bielorrusia tienen que permitir el acceso a los migrantes atrapados en esta zona.
«Las imágenes son chocantes y la situación puede empeorar y las imágenes ser aún más chocantes», ha avisado, pidiendo abrir un «corredor humanitario» para que los migrantes puedan salir del paso fronterizo.
Al mismo tiempo, Borrell ha indicado que la crisis responde a una cuestión geopolítica y que el régimen de Lukashenko contesta a las sanciones de la UE poniendo a personas en riesgo. «Es algo completamente inaceptable y tenemos que movilizar todos los fondos para abordar la situación desde el punto de vista humanitaria y geopolítico», ha subrayado.
En todo caso, el Alto Representante ha señalado que la UE debe actuar ampliando las sanciones contra los responsables de los flujos migratorios, que, según ha avisado implican una «red de destinos con distintas aerolíneas y muchos actores».
CONTACTOS DIPLOMÁTICOS CON TRECE PAÍSES
Sobre el papel de la diplomacia comunitaria en esta crisis, Borrell ha explicado a los eurodiputados que el bloque europeo mantiene contactos con trece países desde que se identificó esta tendencia en el mes de junio con el fin de cerrar las rutas migratorias.
«Hemos mantenido contactos, alertando a países de origen y de tránsito y pidiendo coordinación para frenar las rutas. Hemos contactado con trece países, yo personalmente con Irak y han tomado medidas prohibiendo viajes y cerrando consulados bielorrusos», ha señalado.
Aunque Irak es el ejemplo de éxito en esta crisis y la UE logró frenar en verano los flujos de migrantes desde Bagdad, posteriormente han proliferado los vuelos desde otros puntos como Jordania, Líbano o Egipto, con Turquía como la cruz del enfoque europeo, ya que en las últimas semanas se ha convertido en un «hub de tránsito para los migrantes», según ha dicho el Alto Representante.
A este fin, el vicepresidente de Valores de la Comisión Europea, Margaritis Schinas, mantendrá una gira por los países de la zona para trasladar la necesidad de que se impongan medidas que pongan cerco a la migración orquestada hacia Polonia y los países bálticos. La gira incluirá una parada en Turquía, país con el que el bloque europeo ya vivió una crisis similar en la primavera de 2020, cuando abrió los pasos fronterizos con Grecia.
PPE DEFIENDE UN MURO Y SOCIALISTAS SE OPONEN
En el turno de portavoces, el Partido Popular Europeo se ha mostrado favorable a financiar un muro para proteger la frontera exterior de la UE del «chantaje» de Bielorrusia, del que ha responsabilizado en última instancia al presidente ruso, Vladimir Putin.
Así el jefe de los populares , Manfred Weber, ha pedido también medidas contra aerolíneas como Turkish Airlines e incluso Facebook por participar del «modelo de negocio» de los traficantes de migrantes.
Sobre la polémica entorno a financiar un muro, Weber ha asegurado que Europa no debe ser «inocente» y ha expuesto que existen vallas y alambradas en otros puntos como Ceuta y Melilla. «No es lo que nos gusta ver, pero es la realidad nos seamos inocentes. Debe haber fondos disponibles para financiar estas actividades», ha señalado.
Su posición ha encontrado rápidamente la respuesta de la portavoz socialista, Iratxe García, quien ha asegurado que la experiencia del muro de Berlín recuerda a Europa que estas infraestructuras «no alivian el sufrimiento». A su juicio, la respuesta del bloque debe ser «firme» pero sin olvidar que los miles de migrantes en la frontera polaca «no representan un peligro para la seguridad» de Europa.
En este punto, se ha dirigido directamente al presidente del Consejo, Charles Michel, quien ha sugerido de visita en Varsovia la posibilidad de construir un muro en la frontera, para pedirle que la UE sea clara y declare que nunca financiará estas medidas. «Tenemos otros instrumentos para frenar el drama», ha argumentado García, quien ha reclamado sanciones contra aerolíneas, empresas y personas implicadas en las rutas migratorias.
Por parte de los verdes, la holandesa Tineke Strik, ha afirmado que el bloque europeo no puede responder con la misma moneda a Lukashenko y ha avisado de que si se normalizan las devoluciones en caliente se va a acabar con el derecho de asilo.
En la misma línea, la eurodiputada de IU, Sira Rego, ha advertido del avance de la agenda de la ultraderecha en Europa y ha criticado que la Comisión Europea permita que se vulneren los derechos fundamentales en Polonia cuando se trata de migrantes.