Comienza la votación en las elecciones generales de Nicaragua
A las 7.00 horas de este domingo (14.00, hora peninsular española) han abierto las urnas para la votación del próximo presidente de Nicaragua y la renovación de la Asamblea Nacional, el parlamento unicameral nicaragüense.
La votación estará abierta hasta las 18.00 horas (1.00 en la España peninsular) y el actual mandatario, Daniel Ortega, es el favorito para hacerse con un nuevo quinquenio en el poder pese a las denuncias de irregularidades de la oposición.
Unos 4,5 millones de nicaragüenses están llamados a las urnas en un proceso regido por el Consejo Supremo Electoral (CSE) y en el que trabajan unas 280.000 personas, incluidos 30.000 policías electorales.
Además de al presidente y vicepresidenta, se elige a los 92 diputados de la Asamblea Nacional y a 20 representantes en el Parlamento Centroamericano (Parlacen).
Conforme a la ley, las candidaturas a presidente y vicepresidente deben ser mixtas y los seis partidos que presentan candidatos han presentado a un hombre como candidato a presidente y a una mujer como candidata a vicepresidenta.
El favorito es Daniel Ortega, candidato de la Alianza Unida Nicaragua Triunfa, liderada por el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) e integrada por otros ocho pequeños partidos políticos.
El Partido Liberal Constitucionalista (derecha), segunda fuerza más votada en los dos anteriores comicios generales, tiene como candidato presidencial al diputado Walter Espinoza. Guillermo Osorno (Camino Cristiano), Alfredo Montiel (Alianza Liberal Nicaragüense), Gerson Gutiérrez Gasparín (Partido Alianza por la República) y Mauricio Orúe (Partido Liberal Independiente) completan las opciones presidenciales.
Activistas han denunciado una oleada de detenciones arbitrarias contra voces críticas con Ortega, entre ellos siete precandidatos presidenciales, así como periodistas, abogados defensores, líderes estudiantiles y campesinos.
Ortega, en el poder desde 2007, y su vicepresidenta, esposa y mano derecha, Rosario Murillo, buscan superar el 72 por ciento de los votos que lograron recabar en las últimas elecciones, celebradas en 2016 y también envueltas en polémicas y acusaciones.