FACME propone la creación del Observatorio de Calidad Asistencial y reconstruir el Sistema Nacional de Salud
La Federación de Asociaciones Científico Médicas (FACME) ha presentado este miércoles el documento Impacto de la COVID-19 en lo NO COVID-19 , donde propone reconstruir el Sistema Nacional de Salud (SNS) y la creación del Observatorio de Calidad Asistencial.
«Es un momento estratégico para la sanidad española por el impacto de la pandemia. Para reconstruir el sistema, hay que cambiar cosas. A los profesionales se nos ha pedido un esfuerzo especial y creemos que los aprendizajes deben servir para mejorar el SNS», ha aseverado la presidenta de FACME, Pilar Garrido.
En este sentido, Garrido ha añadido que España está en un momento estratégico no solo por el impacto de la COVID en el mundo sino «porque ya han llegado los fondos europeos», por lo que ha defendido que si se debe hacer un «movimiento estratégico» la oportunidad es «ahora».
El documento elaborado por FACME, y que ya ha sido presentado al ministerio de Sanidad para su análisis, propone impulsar una serie de intervenciones «estratégicas» que ayuden a amortiguar este impacto «lo antes posible» y a preparar al sistema de salud y sus profesionales para poder enfrentar circunstancias como las vividas, en el futuro.
«Los profesionales de la salud hemos hecho un esfuerzo especial en esta crisis, que ha sido reconocido de múltiples formas por los pacientes y ciudadanos. Hemos demostrado una extraordinaria capacidad de adaptación y resiliencia. También hemos implementado demanera muy rápida cambios en la práctica asistencial que eran impensables antes de la crisis. Por todo ello, tenemos muchos aprendizajes que queremos convertir en propuestas de accióny consideramos que nos hemos ganado el derecho a participar en las decisiones que se tomen a partir de ahora. Desde FACME, reivindicamos que se involucre a las SSCC y a los profesionales que las componen en la reconstrucción del sistema», ha reivindicado la presidenta.
Para ello, el vicepresidente de FACME, Javier García, ha definido cuatro áreas de trabajo sobre las que sostener su petición, debido a la fragilidad que han observado en los pacientes y poblaciones más vulnerables durante la pandemia y en los rasgos de funcionamiento de los servicios de salud. En primer lugar, la organización apela a la recuperación óptima de los pacientes demorados, para lo que solicitan un trabajo «importante» de dimensionamiento, valoración y priorización; realizar una estratificación y gestión de pacientes; y recuperar la actividad pospuesta.
La segunda línea que proponen es un mejor manejo y seguimiento de los pacientes crónicos. «Vamos por detrás de la enfermedad, recaída y complicaciones. A veces metemos a los pacientes en caminos que les hacen ir desorientados. Tenemos que recuperar a los pacientes que quedan fuera del radar y establecer programas de innovación y colaboración», ha explicado.
Asimismo, la tercera línea que proponen es tener mas proactividad y calidad en la identificación de los factores de riesgo, para saber qué pacientes son más vulnerables, cómo mejorar los procesos diagnósticos y mejorar las brechas que hay en comunicación en las comunidades autónomas.
«Desde FACME podemos experimentar y explorar cuáles serían estos factores de riesgo y rediseñar los procesos diagnósticos y mejorarlos evitando duplicidades, evitando las analíticas repetidas, evitando visitas que no aportan un valor añadido para el paciente y tratando de hacer un marco que desarrolle mucho más las actividades preventivas, para que sean más productivos y la medicina individualizada y la medicina personalizada», ha detallado Javier García.
Por último, el cuarto pilar del documento es «reordenar reorganizando y asignando nuevos recursos a sanidad», puesto que ha lamentado que «los recursos se han visto claramente sobrepasados» en algunas fases de la pandemia, por lo que ha apelado a «cuidar al cuidador».
OBSERVATORIO DE CALIDAD ASISTENCIAL
Por otro lado, FACME ha propuesto la creación de un «Observatorio de Recuperación y Fortalecimiento del SNS tras la covid-19», que monitorice y vele porque la recuperación en cada contexto local se realiza asegurando la calidad asistencial.
Además, ha señalado la necesidad evidente de asignar nuevos recursos en el sistema y pide ser asesora en las decisiones de implementación de nuevos sistemas de información así como participar en el diseño de los sistemas e instrumentos tecnológicos de información clínica y en los sistemas e instrumentos de gestión o planificación de pacientes (y poblaciones), que se decida incorporar en España con el objetivo de asegurar, su diseño, calidad y eficacia en sus diferentes usos: asistencia, investigación, docencia, innovación.
EL DOCUMENTO PRETENDE RECOGER EXPERIENCIAS
Por último, Pilar Garrido ha insistido en que el objetivo del informe no era medir el impacto directo de la pandemia en las enfermedades pero, aún así, ha comentado que, «solo durante la primera ola» el número de diagnósticos de cáncer se redujeron más de un 21 por ciento, lo que representa unas 30.000 personas.
También durante ese tiempo en 75 hospitales se comprobó que se duplicaron las muertes por infarto y se redujo en un 40 por ciento los tratamientos.