Save the Children denuncia la destrucción de una de sus oficinas en Birmania en un aumento de la violencia
La organización Save the Children ha denunciado este viernes la destrucción de una de sus oficinas en Birmania tras un recrudecimiento de la ofensiva militar en el estado de Chin en un ataque que deliberadamente habría incendiado las instalaciones.
Junto a las oficinas de Save the Children, docenas de edificios han sido también destruidos, ha compartido la organización en un comunicado, donde resalta que, hasta el momento, se cree que se han destruido al menos 100 edificios en la remota ciudad de Thantlang, en el norte del estado de Chin.
El fuego se habría desencadenado a las 11.00 horas (hora local) tras el uso de armamento pesado, en un incendio que sigue arrasando la ciudad ante la falta de servicio de bomberos disponible para controlar las llamas. Save the Children ha levantado la voz de alarma ante la preocupación por la seguridad de 20 niños que se cree que permanecen en la ciudad.
«La destrucción causada por esta violencia no tiene ningún sentido. No solo ha dañado una de nuestras oficinas, sino que corre el riesgo de destruir toda la ciudad y los hogares de miles de familias, niños y niñas», ha lamentado el director de Cooperación Internacional y Acción Humanitaria de Save the Children, David del Campo.
«Condenamos estos ataques en los términos más enérgicos posibles. Los ataques indiscriminados son violaciones del Derecho Internacional Humanitario», ha criticado Del Campo, que también ha hecho un llamamiento a las partes para que «se abstengan de cualquier ataque de este tipo y pongan la protección de los civiles, en especial de los niños y niñas, en primer plano».
Este es un incidente más de los que demuestran la escalada de la crisis en Birmania, ha considerado la organización, que ha denunciado el aumento de la violencia, que afecta a un gran número de niños, que ven como el golpe de Estado y la crisis humanitaria están amenzando sus derechos fundamentales de la infancia.
En Thantlang vivían casi 10.000 personas antes de que los combates obligaran a huir a casi toda la ciudad el mes pasado, cuando el conflicto se intensificó en el estado de Chin, entre ellos los diez miembros de su personal que trabajaban en la ciudad. La mayoría de los habitantes de la ciudad se han refugiado en pueblos de la frontera con India, mientras que otros han cruzado ya la frontera.