Farmaindustria reclama mejorar el procedimiento de evaluación de fármacos para «ganar objetividad y transparencia»
El director general de la patronal de la industria farmacéutica innovadora en España (Farmaindustria), Humberto Arnés, ha instado a mejorar el procedimiento de evaluación de fármacos para «ganar objetividad, transparencia, participación y predictibilidad».
«Hoy en España el procedimiento para fijar precio y financiación pública de dicha innovación se ha hecho cada vez más lento e impredecible, lo que está provocando un importante retraso en el acceso de los españoles a nuevos tratamientos que repercute directamente en la calidad del sistema sanitario», ha lamentado la patronal en un comunicado.
Para revertir esta situación, «es necesario mejorar el procedimiento actual para garantizar que las evaluaciones clínica y económica sean más objetivas, transparentes, participativas y predecibles», ha explicado Arnés en un coloquio dedicado a la innovación y el proceso de aprobación en España, en el marco de la segunda edición de la ECO Lung Summit sobre grandes avances en el abordaje del cáncer de pulmón, que organiza la Fundación para la Excelencia y la Calidad de la Oncología (Fundación ECO).
El dirigente de Farmaindustria ha recordado que, de acuerdo con los datos del estudio WAIT de 2020 realizado por la consultora Iqvia, de cada cien medicamentos autorizados por la Agencia Europea de Medicamentos (EMA, por sus siglas en inglés), los pacientes españoles tienen acceso a 54 de ellos.
En el caso de la Oncología, esta disponibilidad en España es del 59 por ciento, mientras que en Italia y Francia es del 80 por ciento y en el Reino Unido del 88 por ciento. «Comparándonos con los cinco principales países europeos vemos que en el nuestro el acceso a los medicamentos oncológicos es peor. La no disponibilidad o los retrasos en la toma de decisión suponen una pérdida de oportunidad para los pacientes, que en algunos casos ya no podrán beneficiarse de esos nuevos medicamentos», ha afirmado.
Ante la pregunta sobre el uso de los informes de posicionamiento terapéutico (conocidos como IPT) como instrumento para la evaluación de la innovación, Arnés ha afeado que mezclen «indebidamente» la evaluación clínica y la económica. «Hay que hacer las dos, pero por separado y por equipos independientes», ha señalado, en una respuesta compartida por todos los expertos que participaron en el coloquio.
Así, considera que la evaluación económica del fármaco «debe basarse en el precio ofertado por la compañía y tener una perspectiva social, es decir, incorporando todos los beneficios y costes sanitarios y no sanitarios, no sólo el impacto sobre el presupuesto farmacéutico». «Por su parte, el posicionamiento terapéutico de un producto tiene que ver con su aportación en términos de beneficio clínico añadido. Sólo así puede posicionarse un medicamento en terapéutica: según su valor clínico», ha detallado.
En este sentido, el director general de Farmaindustria se ha sumado a las declaraciones de los expertos clínicos participantes en el debate, que pusieron de relieve que los clínicos no intervienen en estos momentos suficientemente en el proceso de evaluación de medicamentos, por lo que sugirió que fueran incluidos desde el inicio en la elaboración de los IPT.
«La colaboración con los clínicos, que son los que tienen el conocimiento de la patología y el manejo del paciente, sólo puede redundar en una mejor valoración del medicamento y, por tanto, en que la toma de decisiones a posteriori esté mejor motivada», ha subrayado.