Santander y BBVA, los mayores bancos de capital extranjero de Brasil y México, respectivamente
Los bancos españoles son los principales acreedores de mexicanos y brasileños, con aproximadamente el 45% del total de las deudas
Banco Santander y BBVA se han consolidado como los mayores bancos de capital extranjero de Brasil y México, respectivamente, según un último informe de evaluación de la economía latinoamericana elaborado por el Banco de España (BdE).
En el caso de Santander en Brasil, el Banco de España ha señalado que la entidad española es la quinta en depósitos, con un 9,85% del total; y sexta en préstamos (6,81%).
Según el documento, que resalta la relevancia del país latinoamericano para la economía española, desde el punto de vista de los residentes brasileños, los bancos españoles son sus principales acreedores, acaparando cerca de un 45% del total de las deudas con bancos extranjeros.
El Banco de España señala que el sector bancario brasileño está muy concentrado –los seis mayores bancos acaparan el 74% de los depósitos y el 85% de los créditos del sistema–. Asimismo, la relevancia de los bancos públicos es notable (34% de los depósitos y 49% de los préstamos), mientras que los bancos privados nacionales copan el 50% de los depósitos y el 35% de los créditos, y los de capital extranjero, el 16% y el 14%, respectivamente.
Brasil, que genera un 2,2% del PIB mundial, es «muy relevante para España, especialmente en lo relativo a la inversión exterior directa y a la exposición de los bancos». De hecho, el país sudamericano es el cuarto fuera de la Unión Europea en cuanto a las exposiciones del sector bancario español, y el primer si se tienen en cuenta las exposiciones en situación de impago.
En términos macroeconómicos, la institución española ha anotado que Brasil dispone de un marco de política macroeconómica «relativamente sólida», que incluye objetivos de inflación y reglas fiscales. No obstante, el país encuentra debilidades en el ámbito institucional, ya que sigue rezagada en los indicadores de gobernanza, algo que se atribuye a los elevados costes para establecer negocios y a las cargas burocráticas.
El país perdió el grado de inversión en el último trimestre de 2015, y en la actualidad su calificación se sitúa entre dos y tres escalones por debajo de aquel.
El sector bancario mantiene índices de morosidad históricamente reducidos –gracias en buena medida, a las políticas de apoyo al sector puestas en marcha durante la pandemia–, ratios de capital y de liquidez elevados, y una rentabilidad aún por encima de los mínimos alcanzados en 2015. Las condiciones financieras siguen siendo laxas en comparación con su media histórica, y las tensiones en los mercados financieros se atenuaron tras alcanzar máximos durante la pandemia.
MÉXICO, MERCADO CLAVE PARA BBVA.
En México, BBVA se ha consolidado como el mayor banco de capital extranjero del país, siendo la principal entidad en depósitos (19%) y préstamos (20%), y contabilizando en este mercado alrededor del 33% de su beneficio ordinario entre 2017 y 2019.
El Santander tiene también un rol relevante en el sector bancario azteca, ya que es la tercera entidad de capital extranjero más grande en el país, con el 12% de los depósitos y el 11% de los créditos.
Desde el punto de vista de los residentes mexicanos, los bancos españoles son sus principales acreedores, acumulando cerca de un 44% del total de las deudas con bancos extranjeros.
México es el tercer país de fuera de la Unión Europea, tras Estados Unidos y Reino Unido, en cuanto a la exposición del sector bancario español. En el sector bancario de México actúan entidades privadas y públicas. Las entidades privadas de capital extranjero suponen más de la mitad del sector bancario en México.
Las entidades privadas de capital nacional suponen algo más de una cuarta parte. El resto, una sexta parte aproximadamente, corresponde a entidades públicas (banca de desarrollo). En el sector bancario mexicano, los siete mayores bancos privados (de capital tanto nacional como extranjero) representan más de dos tercios de los depósitos y de los créditos del sistema.
Al igual que en Brasil, la economía mexicana está muy conectada con la española. El 10% de todos los activos extranjeros ostentados por los bancos españoles son mexicanos y el país norteamericano representa el destino del 7% de la inversión extranjera directa española, y del 2% de las exportaciones españolas de bienes y servicios.
En comparación con otros países de la región, México dispone de un marco institucional y de política macroeconómica relativamente sólido. En particular, el manejo de las políticas fiscal y monetaria ha sido hasta el momento prudente y el tipo de cambio flexible proporciona un amortiguador contra las perturbaciones externas.
Si bien la mayoría de los indicadores de gobernanza no han experimentado mejoras a lo largo de la última década, el Banco de España subraya que las regulaciones para hacer negocios «son de las más favorables en Latinoamérica». El país ha conservado el grado de inversión desde principios de la década de los 2000.
En este contexto, a pesar de que la garantía gubernamental no es explícita, el BdE ve en la empresa de petróleo pública, Pemex, una fuente de riesgos de pasivos contingentes para la deuda soberana, dada su situación de alta deuda (9% del PIB) y de pérdidas persistentes.