Gruber inaugura en Casyc-Up la exposición En la sala de espera en la que invita a reflexionar sobre lo efímero
La sala Casyc-Up acogerá este jueves la inauguración de la exposición de Eduardo Gruber En la sala de espera , un proyecto en el que el artista cántabro invita al espectador a reflexionar sobre el paso del tiempo y lo efímero guiado por tres piezas de gran formato.
En este sentido, Gruber ha explicado hoy en la rueda de prensa de presentación de la muestra que la parte creativa es importante «pero la contemplativa lo es más» y de hecho «la parte especulativa es la que marca la historia del arte».
Acompañado por responsables de la Fundación Caja Cantabria y del Museo de Arte de Santander y Cantabria (MAS), entre otros, Gruber ha agradecido a la primera que, cuando le planteó hacer una exposición en Casyc-Up, le dejara «hacer lo que quisiera», y fue una sala de espera, un proyecto en el que no fuera la exposición en sí la protagonista sino el espectador.
Por eso la ha concebido como una sala de espera, con un sofá, para que los visitantes «puedan sentarse, frenar el tiempo cotidiano», encontrarse consigo mismos.
Así, ha dicho, es importante la parte sociológica de la muestra pero también ha querido trabajar con el tiempo, con lo efímero, como las 25 manzanas que ha recogido en la exposición y que, con los días, se irán pudriendo. Porque, aunque no siempre somos conscientes, «el tiempo es real».
El proyecto incluye tres piezas de gran formato, la primera, de 5 por 3 metros, recibe al espectador. Se trata de su última obra, un óleo con acuarela y collage; la segunda, Héroes , tiene más historia pues ya se mostró en Madrid aunque ahora el autor le ha dado una dimensión «más escultórica», por lo que «está fechada en 2012 pero también en 2021»; y la tercera un reloj de 3 por 3 metros, que se expuso una vez en Santander pero que para el artista puede considerarse pieza inédita.
Todo ello está acompañado de la propia elaboración del proyecto, la labor creativa del montaje, y las ideas que han ido surgiendo con el tiempo, como una acuarela de un burro que ha incorporado el autor porque «en el proceso creativo ver la casualidad como un hecho es importante». «La ironía está detrás de mi trabajo», ha apostillado.
De este modo, la exposición se ha formado, no con una idea clara desde el principio, sino que el espectador es el protagonista.
De hecho, ha comentado que la idea inicial era «un proyecto salvaje», «muy arquitectónico y muy complicado», que finalmente cambió por la del paso del tiempo, que se ha ido completando porque la Fundación le dio la opción de poder seguir creando hasta cuando quisiera. «No había día de inauguración», ha desvelado.
Respecto a su labor creadora, ha confesado que a menudo sale «silbando» del estudio, con «optimismo y alegría», si bien ha afirmado que se trata de un proceso en el que hay una tensión porque «no siempre sale lo que quieres», a veces «das por acabada» una obra «y no». «Pero también hay momentos muy satisfactorios cuando aparece una historia que no contabas con ella», ha reconocido.
Por otra parte, el presidente de la Fundación Caja Cantabria, Gaspar Laredo, ha destacado que En la sala de espera , en colaboración con el MAS, es una muestra «singular» por su calidad y sobre todo porque es obra de Gruber, y ha recordado que en Casyc-Up se producen muestras «más allá» de las tradicionales, porque son «proyectos de artista».
Mientras, Fernando Zamanillo, miembro de la comisión asesora del MAS, ha opinado que la exposición del «compañero de viaje de mi vida» es «un enorme y maravilloso cuaderno de notas», y ha incidido en la «dualidad» de la muestra entre lo real y lo ficticio.
El director del MAS, Salvador Carretero, ha hecho hincapié en «trabajo singular» de Gruber sobre el paso del tiempo. «El arte no es eterno», ha parafraseado al autor, apuntando que éste invita a pensar en ello y a vivir la exposición en soledad.
Finalmente, el director de la Fundación Caja Cantabria, Juan Muñiz, ha indicado que el proyecto ha llevado casi dos meses de trabajo en los que ha percibido la querencia del autor por lo arquitectónico y por el espacio y el tiempo, por lo que ahora se muestra al público, hasta marzo, la obra «de un artista excepcional».