El sedentarismo por la pandemia provoca que sea una de las causas más comunes de infertilidad masculina
El sedentarismo, a causa de la pandemia, ha provocado que se una a las causas más comunes de infertilidad masculina, como el consumo de alcohol, tabaco o una mala alimentación, según destaca Ginefiv.
Actualmente, se calcula que entre un 30 y un 50 por ciento de los hombres que se encuentran en edad fértil tienen una calidad seminal inferior a los parámetros estándares recogidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Otros estudios, que señala Ginefiv, apuntan que alrededor del quince por ciento de los hombres en todo el mundo son infértiles y que, de seguir esta tendencia creciente, es posible que el porcentaje de hombres con problemas de fertilidad supere pronto al de las mujeres.
De hecho, una de las principales causas e infertilidad en el hombre, son las derivadas de la producción y maduración del esperma. Es más, nueve de cada diez problemas de fertilidad masculina son consecuencia de la incapacidad de producir espermatozoides en cantidades suficientes.
«El sedentarismo, así como un exceso de ejercicio físico se han definido como causa de muchas enfermedades vasculares, cardíacas, endocrinas que tienen una repercusión directa en la*fertilidad. Por ello, establecer una rutina de actividad física ahora que volvemos a la normalidad es clave para la preservar la fertilidad masculina», ha asegurado el director médico de la clínicas Ginefiv, Joaquín Llácer.
En esta línea, la compañía señala que el 50 por ciento de los casos de problemas en la consecución del embarazo en la pareja se debe a dificultades ligadas al hombre. Según un estudio, elaborado por investigadores de GeneraLife, grupo europeo al que pertenece Ginefiv, y publicado en la revista científica Fertility andSterility , el factor masculino tiene impacto en la tasa de fertilización y en el desarrollo potencial del embrión.
«Los resultados del estudio mencionado anteriormente reflejaron que el factor masculino tiene una influencia significativa en las primeras etapas del desarrollo embrionario. Sin embargo, aun en los casos más severos, donde no se encontraron espermatozoides en el eyaculado y tuvieron que ser obtenidos directamente del testículo, los embriones que llegaron al estadio de blastocisto tuvieron una probabilidad de dar como resultado un recién nacido sano similar a aquellos provenientes de varones sin problemas en el semen», ha explicado Llácer.
OPORTUNIDAD PARA VARONES CON BAJA CALIDAD SEMINAL
Por otro lado, Ginefiv destaca que, según el último Registro Nacional de Actividad de la Sociedad Española de Fertilidad (SEF), en 2019 se realizaron 180.906 tratamientos de reproducción asistida. Entre ellos, la Fecundación in Vitro (FIV) es el procedimiento más utilizado en las clínicas -un 82 por ciento del total de los tratamientos realizados en 2019-.
Al respeto de esto, añade que la técnica se ha ido perfeccionando con el paso de los años y complementando con otras, como la Microinyección Espermática Intracitoplasmática (ICSI), que permiten mejorar las tasas de éxito en aquellas parejas en las que el varón tiene una afectación de la calidad seminal. Actualmente estos avances permiten la paternidad biológica a varones que no podrían cumplir el sueño de ser padres o de serlo sin aportar su carga genética.
El procedimiento de la ICSI, como cualquier tratamiento de FIV, comienza con la estimulación de los ovarios mediante un tratamiento que dura aproximadamente 10 días y cuya finalidad es optimizar lasposibilidades de éxito con la obtención de un número adecuado de ovocitos. Durante los procesos de fertilización, un solo espermatozoide adecuadamente seleccionado, es introducido en cada óvulo obtenido. Pasados los seis primeros días, los óvulos fecundados se convierten en preembriones (blastocitos), preparados para ser transferidos al útero y continuar con su desarrollo.