Podemos replica a Sánchez que la «injerencia» de Calviño es clara y busca «impedir derogar la reforma laboral»
Varios cargos del espacio confederal censuran el movimiento de su socio para desplazar a Díaz: «Es toda una declaración de intenciones»
El portavoz de Unidas Podemos en el Congreso, Pablo Echenique, ha subrayado que la «injerencia» de la vicepresidenta, Nadia Calviño, en los trabajos que lleva a cabo su homóloga y titular de Trabajo, Yolanda Díaz, sobre la reforma laboral es un «mensaje claro» que lanza el PSOE, a quien acusa de «intentar impedir su derogación» en contra de lo que el propio presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, prometió.
«La injerencia de Nadia Calviño en los trabajos que está llevando a cabo Yolanda Díaz en el diálogo social para derogar la reforma laboral del PP es un mensaje claro que nos está mandando el PSOE: quieren intentar impedir la derogación. En contra de lo que prometió el Presidente», ha proclamado en Twitter.
Una reacción que se produce justo después de que Sánchez, en una comparecencia de rueda desde Bruselas, haya apoyado a la titular de Economía y rechazado que no había intromisión en sus competencias, sino colaboración y aportaciones entre varios departamentos implicados (citando también a Educación, Inclusión y Seguridad Social y Hacienda) en una norma tan relevante, similar a los Presupuestos Generales del Estado.
Esta mañana Unidas Podemos, por medio de la ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra, ha reclamado al PSOE una reunión urgente de la mesa de coordinación del acuerdo de coalición
SUSTITUIR A DÍAZ POR CALVIÑO ES TODA UNA DECLARACIÓN DE INTENCIONES
En una línea similar se ha pronunciado el presidente del grupo parlamentario, Jaume Asens, quien ha dicho que «sustituir a Yolanda por Calviño en la negociación de la reforma laboral es toda una declaración de intenciones».
«¿El PSOE no quiere derogarla? ¿Teme más a Yolanda Díaz que a la precariedad de los trabajadores?», ha proclamado también en las redes sociales.
Su compañero de bancada y representante de Galicia en Común, Antón Gómez-Reino, ha advertido de que en democracia «no mandan los poderes económicos» sino «las mayorías y el acuerdo de gobierno».
«Mal haría un presidente en escuchar a quien representa a los poderes económicos ante la defensa de los trabajadores de Yolanda Díaz y la derogación de la reforma laboral», ha escrito.
Por su parte, la diputada Aina Vidal ha dicho que el «PSOE amenaza con poner Calviño a liderar la reforma laboral» y sospecha que la razón de este movimiento es que «no quieren cumplir a los compromisos» pactados. «Cambiar el marco de las relaciones laborales es urgente y todas sabemos que quien lo hará posible es Nadia Calviño», ha manifestado.
CHOQUE GRAVE
La petición de un encuentro de la mesa de coordinación del acuerdo de coalición tiene su origen en una comunicación interministerial, remitida por el departamento de Economía sobre los pasos a dar en materia de reforma laboral y cómo debe darse la coordinación, según fuentes conocedoras del conflicto en la coalición.
A partir de ahí, la parte morada del Ejecutivo considera que se trata de un «intento de injerencia» e invasión competencial, que menoscaba el liderazgo en estas labores que debe partir de Trabajo. Un movimiento que se considera «serio» y «grave» en Unidas Podemos y que motiva que Belarra pida este foro con carácter urgente, al concernir en una cuestión central y primordial como es la derogación de la reforma laboral.
En el espacio confederal han explicado que una cosa es la negociación entre los distintos ministerios, algo que es normal en una coalición, y otra es invadir el liderazgo para recopilar y coordinar las aportaciones, que en este caso debe partir del organismos que ostenta las competencias y que en este caso es Trabajo.
Por ejemplo, aluden a que fue el Ministerio de Trabajo el que coordinó los trabajos durante seis meses para definir el componente 23 del Plan de Recuperación, que condensaba todas las aportaciones para definir la estrategia de las nueva políticas públicas en el plano laboral.
LA POLÉMICA DEL ACUERDO CON BILDU Y EL ALCANCE DE LA REFORMA EN 2020
En el recuerdo queda también lo sucedido en 2020, cuando el PSOE, Unidas Podemos y EH-Bildu llegaron a un acuerdo en el Congreso para la derogación íntegra de este marco legislativo, pero horas después los socialistas matizaron que se únicamente a tres puntos mientras el entonces líder del espacio confederal Pablo Iglesias insistió en que sería suprimida por completo.
Este golpe sobre la mesa que se produce cuando el espacio confederal había logrado hitos anhelados desde el inicio de la legislatura, como la subida del salario mínimo interprofesional (SMI), desbloquear la nueva ley de vivienda con regulación del alquiler o fijar un tipo fijo del 15% en el impuesto de Sociedades a las grandes empresas (aunque aplicada sobre la base imponible y no en los beneficios reales, como querían los morados).
En la última Universidad de otoño , el foro de rearme ideológico de Podemos, la formación reivindicó diversos avances y la necesidad de estar en el Ejecutivo de coalición, el mejor posible en la actual situación política, pero dejaron patentes los «límites» de gobernar con los socialistas.
La líder del partido morado y ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra, llegó a aludir a que estos logros serán «mucho más lentos» mientras el PSOE fuera la fuerza mayoritaria del Ejecutivo