López insta a una reflexión «colectiva y particular» de la responsabilidad de cada uno cuando ETA mataba
La periodista Lourdes Pérez presenta su libro Déjame que te cuente memorias para el futuro en el décimo aniversario del fin de ETA
BILBAO, 20
El exlehendakari y secretario de Memoria Democrática del PSOE, Patxi López, cree necesaria «una reflexión colectiva y particular» sobre «nuestro pasado terrorista» y ha instado a un «examen de conciencia de cada uno de cuál fue su responsabilidad y papel en cuando la violencia nos azotaba» porque «hubo colaboraciones activas con el terrorismo, pero también las hubo pasivas, y eso también tiene que saberse».
Patxi López ha realizado estas declaraciones en el acto organizado por la Fundación Ramón Rubial este miércoles en Bilbao para presentación del libro de la periodista Lourdes Pérez, Déjame que te cuente memorias para el futuro en el décimo aniversario del final de ETA .
A la presentación también ha asistido el expresidente del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV), Juan Luis Ibarra, que ha prologado el libro, y ha intervenido desde Bruselas la presidenta de la Fundación Ramón Rubial, Eider Gardiazabal.
En su intervención, Patxi López, ha afirmado que en Euskadi «hace falta una reflexión colectiva sobre nuestro pasado terrorista» y hacerla de «manera coral» «con voces que se complementen, con experiencias de vida todas distintas en sí mismas, pero que formarán el puzzle completo de lo que nos pasó y porqué nos pasó».
«Hemos sufrido 50 años de terrorismo de naturaleza y de origen político y no se puede ni tener ni buscar ninguna justificación para ese terrorismo de origen político», ha remarcado, para considerar un acierto que Lourdes Pérez haya planteado «esta crónica de la violencia desde la mirada del periodismo».
En ese sentido, ha dicho que al leer el libro «nos damos cuenta de que frente a la tentación del olvido, de no querer ver, es fundamental la frase que repite Lourdes: quien quiso saber supo». «Y es verdad, quien quiso saber supo porque la prensa no ocultó ninguna información», ha subrayado, para afirmar que «frente al que se escudaba, y todavía hoy se quiere escudar, en el vergonzante es que yo no sabía , estaba la prensa y los medios de comunicación en aquel momento, y, hoy, está tu libro, que pone ante los ojos y los oídos de la ciudadanía vasca la crueldad y el horror de la actividad terrorista».
Este libro, ha destacado, tiene «todo el dramatismo de lo que vivido» porque «detrás de la periodista está la persona que contempla con horror la violencia y la sangre derramada». En ese sentido, ha advertido de que «no es una teoría sobre las causas del terrorismo», sino «la verdad de los hechos», que se «erigen como un testimonio» frente a «intentos de construir relatos justificadores».
López ha dicho que «se podrá discutir mucho, pero nunca se podrá negar ninguno de los atentados que Lourdes no relata en su libro, que es el deseo de contar la experiencia vivida, es la decisión de hacerlo con absoluta objetividad, sin trampas, sin opiniones sesgadas», porque «son los hechos los que no necesitan explicación y está ahí, crudos».
También se ha preguntado «que pasaría si los que sostuvieron la violencia fueran los hacedores del relato, si el asesino dejara de ser el asesino y si la víctima dejara de ser la víctima». «¿Qué sociedad estaríamos construyendo?», ha interpelado, para afirmar que sería «una sociedad absolutamente inmoral, sin referentes ni valores éticos morales sobre los que avanzar en esa convivencia».
Tras señalar que el fenómeno terrorista fue «muy complejo y operó en diferentes niveles y grupos», López ha indicado que el libro «hace un buen resumen de las diferentes formas de actividad terrorista» porque en cara relato y en cada atentado «sitúa detrás, como una especie de fondo de escenario a la sociedad vasca». A su entender, es «absolutamente desolador, pero también imprescindible, el ver cómo cada tiro, cada bomba que explota, lo hace dentro de una sociedad impertérrita».
«Cada atentado se inserta en una sociedad que ni siquiera se para un momento para mirar el horror y, mientras se desangra el asesinado, la vida sigue en las calles de al lado», ha lamentado, para destacar que el libro «tampoco se olvida de la soledad de las víctimas».
El dirigente socialista ha destacado también que el libro recoge «la diferente tipología de las víctimas asesinadas, la situación terrible de los concejales del PP y del PSE, lo insufrible de tener ese vecino que era le que daba esa información para que te asesinaran y esa niebla de silencio que lo cubría todo en la sociedad vasca, el silencio de los que cerraban los ojos para no ver». «La sociedad vasca reaccionó, pero al principio también fue cobarde», ha dicho.
Todo ello, ha señalado, hace que «no solo sea Bildu el que tiene que hacer un recorrido evidente», sino que es necesario hacer «una reflexión colectiva y particular y un examen de conciencia cada uno de cuál fue su responsabilidad en lo que nos pasó y cuál fue su papel en este país cuando la violencia nos azotaba».
«Hay que revisar ese pasado y cada uno asumir la responsabilidad propia en lo que nos pasó, porque hubo colaboraciones activas con el terrorismo, pero también las hubo pasivas, y eso también tiene que saberse en este país», ha afirmado, para advertir que «no hay ninguna banda terrorista que dure 50 años si no tiene soporte social» y recordar como han tenido que soportar que «algún obispo» no les dejar hacer un funeral por un asesinado por ETA.
853 ASESINADOS
El expresidente del TSJPV, Juan Luis Ibarra, ha rememorado la «patética escena de los tres encapuchados que hace diez años nos hicieron saber la decisión de ETA de dejar definitivamente anclado el contador de sus crímenes letales en 853 personas asesinadas».
Asimismo, ha recordado sus declaraciones entonces afirmando que «pronto superaríamos el miedo y e silencio producidos por la estrategia de terror y persecución social, pero que la convivencia y la democracia y al convivencia en el País Vasco seguirían muchos años lastradas por los desgarros sociales y políticos producidos por la acción terrorista d ETA y por la actuación de su frente político».
Diez años después, ha apuntado, «sabemos que la prolongada acción de ETA y la violencia política desarrollada a su amparo han dejado una huella traumática en lo que hoy somos y mañana seremos como sociedad» y ha advertido que «aún no han emergido decidas voluntades sociales de rememorar y dar respuesta, mediante la verdad, la justicia, la reparación y la memoria a la pregunta central» de «cómo pudo pasarnos aquello».
Por su parte, Eider Gardiazabal ha mostrado su agradecimiento a los socialistas que estuvieron «en primera línea» por «resistir, por apostar por la paz», le ha extendido «a todas aquellas personas más o menos anónimas» que defendieron «la dignidad en trabajos, ayuntamientos y pueblos». Tras señalar que es «un empeño» de la Fundación Ramón Rubial «dar testimonio de lo que hemos visto, vivido y sufrido», ha dicho que diez años después del fin de ETA, el de Lourdes Pérez es un libro «lleno de verdad».
AUTORA
Pérez ha explicado que ha querido «rescatar la memoria de quienes abanderaron, en medio de la hostilidad más agobiante y de la indiferencia general o muy amplia, las grandes palabras: libertad, dignidad y justicia», pero sobre todo, ha querido detenerse en «las cosas pequeñas, en detalles de lo cotidiano borrados por el terror, en gestos y perdidas que no se desgranan por pudor o desinterés, pero que reflejan de la manera más epidérmica cómo la lava de la violencia transformó en un páramo todo lo que engullía».
Para la periodista, «lo esencial es que la verdad, algunas certezas irrebatibles, queden clavadas en el pilar de nuestra convivencia para que ningún joven vasco se desnorte y sea incapaz de distinguir aquellos que fueron víctimas de aquellos que fueron sus verdugos».