Cantabria ensaya en Reinosa sus protocolos de actuación ante unas hipotéticas inundaciones
Se ha desarrollado un simulacro que ha involucrado a 120 efectivos y en el que se han analizado 17 supuestos distintos
Cantabria ha ensayado este martes, con un simulacro en Reinosa con más de 120 efectivos involucrados y 17 supuestos analizados, sus protocolos de actuación ante un hipotético escenario de emergencia por inundaciones, como las que ocurrieron en 2019 en la comarca.
Se ha tratado del primer simulacro de esta envergadura que se desarrolla tras la crisis provocada por el coronavirus y en el que se han podido comprobar, entre otras cuestiones, los procedimientos de aviso a la población y los protocolos de actuación ante este tipo de alertas.
La consejera de Presidencia, Interior, Justicia y Acción Exterior del Gobierno de Cantabria, Paula Fernández, ha visitado esta tarde el puesto de mando avanzado instalado en Reinosa con motivo de este simulacro.
Fernández ha respaldado la realización de simulacros de emergencias porque, según ha dicho, sirven para «coordinar, prevenir y prepararse» de cara a cualquier tipo de emergencia que ocurra en la comunidad autónoma.
Ha recordado que, tras la pandemia, se habían llevado a cabo este tipo de actuaciones en diferentes empresas químicas de la región, y ha señalado que ahora el Gobierno de Cantabria se ha querido «adelantar» con la realización de uno con la activación del Plan Especial de Protección Civil de la Comunidad Autónoma de Cantabria ante el riesgo de inundaciones (INUNCANT) que permite intervenir «como si realmente hubieran ocurrido unas inundaciones, como las que se produjeron en 2019 en la comarca».
Para ello, se han puesto en marcha 17 supuestos distintos en los que se han visto involucrados unos 120 efectivos, y han participado diferentes personales y técnicos.
Como novedad, la consejera ha explicado que se ha incorporado en la actuación un arquitecto que permite la valoración previa de la situación y que, en el caso de Reinosa, se ha tratado de la simulación de una grieta en un edificio. Además, en el simulacro, también han intervenido dos personas con discapacidad auditiva, dentro del convenio que tiene la Consejería con el CERMI.
Se trata, ha dicho, de emular todo tipo de situaciones que se dan con frecuencia e incluso «adelantándose y preparándose para aquellas que «pensamos que solo podrían darse en la ficción», ha destacado.
En este ejercicio práctico, se ha activado, como novedad, la fase de preemergencia en la que el Ayuntamiento de Reinosa ha asumido la responsabilidad de todas las intervenciones y actuaciones.
En este sentido, Paula Fernández ha puesto en valor la labor «importante» de los ayuntamientos en esta fase pues, aunque el Gobierno de Cantabria asume la dirección en la fase de emergencia, el Ayuntamiento de Reinosa ha participado, poniendo en práctica la guía municipal de respuesta ante inundaciones, que ha elaborado la Dirección General de Interior del Gobierno de Cantabria.
Tras las actuaciones previas del Ayuntamiento, se ha declarado la fase de emergencia en la que se ha transferido la dirección de la emergencia al Gobierno de Cantabria quien ha activado a todos los medios de intervención.
En global, en este dispositivo, que se ha desarrollado en 17 escenarios diferentes de Reinosa, han participado alrededor de 90 intervinientes, 20 figurantes, y en torno a una decena de evaluadores.
Entre ellos, han intervenido efectivos de la Consejería de Presidencia, Interior, Justicia y Acción Exterior, a través de la Dirección General de Interior y bomberos del Servicio de Emergencias de Cantabria (SEMCA), además de miembros del O61 y de la Dirección General de Pesca del Ejecutivo cántabro.
El equipo del helicóptero y del servicio de drones del Gobierno de Cantabria también han intervenido durante la ejecución del simulacro.
Asimismo, ha participado el alcalde de Reinosa, José Miguel Barrio, y las concejalías de Obras y Protección Civil del ayuntamiento; equipos de Cruz Roja, Guardia Civil, Policía Local, voluntarios de las agrupaciones de Protección Civil de Reinosa, de Cabezón de la Sal, Camargo y Santander, bomberos voluntarios de Santander, e integrantes de la Federación de Asociaciones de Personas Sordas de Cantabria (FESCAN).
ESCENARIOS POCO FRECUENTES
Este simulacro de emergencias ha recreado escenarios usuales de búsqueda, salvamento y rescate como la localización de personas desaparecidas mediante equipos de intervención subacuática, equipos de tierra o perros de rastreo; el achique de agua en locales inundados o la evacuación de personas aisladas en situación de riesgo.
Con esta representación también se ha querido analizar la capacidad del dispositivo en escenarios poco frecuentes como el rescate de personas aisladas en tejados, la evaluación de la viabilidad de realojo de las personas en edificios que se han visto afectados por la emergencia, el despliegue de albergues provisionales para personas desalojadas o evacuadas y la contención de contaminantes vertidos al río tras un accidente de un camión de mercancías peligrosas.
También ha tenido lugar un simulacro de rescate de personas con discapacidad auditiva mediante el uso de una aplicación de llamada y la intervención de una intérprete de lengua de signos.
Además, se ha efectuado un corte de tráfico debido a un fuerte impacto contra un puente, incluyéndose, por primera vez, la evaluación técnica previa a la reapertura de la infraestructura.
En general, el Gobierno de Cantabria ha querido, con este simulacro, reforzar el sistema autonómico de protección civil, la preparación de los distintos recursos implicados y la garantía de que, en caso de emergencia real, se consiga la necesaria coordinación entre los diferentes servicios y unidades que intervendrían tanto por parte del Ejecutivo regional como de las empresas privadas o públicas, y las administraciones locales y estatales, ha explicado en un comunicado.