Expertas apuntan a la falta de formación, tiempo y recursos como las causas de la falta de humanización en el dolor
Las expertas reunidas en torno a la mesa Humanización de la asistencia a personas con dolor crónico , en el marco del encuentro #TuDolorImporta, organizado por la Sociedad Española del Dolor (SED), han coincidido en que las causas que dificultan la humanización en el dolor son la falta de formación, de tiempo y de recursos destinados al mismo.
Por su parte, en cuanto a la formación de los profesionales, la jefa de la Unidad del Dolor del Hospital Universitario de La Princesa (Madrid), la doctora Concha Pérez, opina que «en las facultades de todas las ciencias de la salud debería estudiarse el dolor como una patología transversal».
Asimismo, Pérez ha apuntado a la actual estructura sanitaria como otro de los impedimentos para humanizar el dolor. «No puedes tener un paciente con una enfermedad compleja cada día en un sitio; humanizar pasa por que las gerencias hagan una organización interna más estructurada», ha señalado. En este sentido, Pérez ha lamentado que «el dolor es muy poco valorado y está denostado».
En relación a ello, ha hecho hincapié en la falta de visibilización del dolor, así como de las unidades especializadas en el mismo. «Nadie es derivado a las unidades del dolor, los pacientes no saben lo que es y ni siquiera tienen acceso», ha denunciado Pérez, para añadir que «la gente tiene que tener formación y entender lo que puede aportar una unidad del dolor a su vida».
Para la enfermera Blanca Fernández-Lasquetty, directora de EnferConsultty y patrono de la Fundación Humans, un pilar básico de la humanización es «entender a la persona y su contexto». Tal y como añade, «el centro no es solo la enfermedad de la persona, sino la persona en todas sus dimensiones». En este sentido, ha apostado por una «humanización 360 , que va en dirección profesional-paciente y paciente-profesional».
UNIDADES DEL DOLOR ACCESIBLES PARA TODOS
Por otro lado, en relación con lo expresado por la doctora Pérez, Fernández-Lasquetty ha defendido la importancia de que la gente sepa que hay unidades del dolor en los hospitales. «Desde la administración también se le debe dar la importancia que tiene», ha subrayado. Con todo, estas unidades no están presentes en todos los hospitales, por lo que ha pedido que «sean accesibles para todos, sin importar el código postal».
Además, la integrante de la Fundación Humans ha criticado que «la administración es muy rígida» y solo está centrada en el paciente agudo. «Entonces, el paciente crónico es el gran olvidado, ya que a este no se destinan tantos recursos». Por ello, para la enfermera, «quizá no sean necesarias tantas camas para agudos, sino más recursos para crónicos», ha aseverado.
Para la presidenta de la Asociación Española de Migraña y Cefalea (AEMICE), Isabel Colomina, el problema en la humanización del dolor es que la sociedad no valora la intensidad del dolor ajeno, por lo que ha abogado por concienciar de que hay diferentes tipos de dolor; algunos incapacitantes y otros que, aunque no los sean, si duran mucho, también acaban dificultando la vida diaria.
Por otro lado, a su juicio, «tenemos profesionales sanitarios estupendísimos, pero con carencias que no son atribuibles a ellos, como la falta de tiempo». En este sentido, ha puesto en valor que, más allá de la profesionalidad, la «empatía con el paciente es muy importante para que este se sienta mucho mejor».