Albares se verá en persona con su homólogo marroquí y avanza en normalizar la relación con Marruecos
NUEVA YORK, 21 (De la enviada especial de Europa Press, Ana Fernández Vila)
El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, ha mantenido una reunión telefónica este martes con su homólogo marroquí, Nasser Bourita y, en ella, ambos se han comprometido a mantener próximamente un encuentro en persona, en lo que supone un paso más en el acercamiento de las relaciones entre España y Marruecos tras la crisis de Ceuta, según fuentes de Exteriores.
El encuentro entre Albares y Bourita se ha producido en el marco de la Asamblea General de Naciones Unidas, a petición del responsable de la diplomacia española, si bien se ha tenido que celebrar por teléfono porque el marroquí no ha viajado a Nueva York.
Albares solicitó este encuentro en su afán por «consolidar» la relación entre España y Marruecos de «respeto mutuo», y «dar un paso más en la normalización» tras la crisis de Ceuta, según informaron fuentes diplomáticas.
Este fue uno de los objetivos que se marcó tras asumir la cartera de Exteriores en la remodelación que hizo el presidente Pedro Sánchez a mediados de julio, sustituyendo a Arancha González Laya, quien había recibido duras críticas por parte de Marruecos, por la acogida en España del líder del Frente Polisario, Brahim Ghali. Es más, la exministra y su homólogo no volvieron a hablar.
El Gobierno marroquí terminó reconociendo que la crisis que se generó por la entrada masiva de marroquíes en Ceuta vino motivada, entre otras cosas, por el caso Ghali, y también por la negativa de España a cambiar su política respecto al Sáhara y a reconocer como marroquí este territorio, como hizo Estados Unidos con Donald Trump aún como presidente en diciembre de 2020.
Esta crisis, que supuso la ruptura de relaciones con Marruecos y la retirada de su embajadora en Madrid, fue también duramente criticada por la oposición. Precisamente, González Laya ha sido imputada este martes por el juez que investiga la entrada en España del líder del Frente Polisario.
Ahora, Albares trabaja para normalizar las relaciones con Marruecos, a quien ya calificó de «gran amigo» en su toma de posesión. Tras su conversación telefónica de este martes, lo siguiente será verse en persona con su homólogo marroquí, para seguir reconstruyendo la relación «mutuamente respetuosas» entre España y Marruecos, según las fuentes consultadas.
En este contexto, el Ministerio de Asuntos Exteriores entiende como un gesto clave el discurso que hizo el pasado 20 de agosto el rey Mohamed VI, en el que expresó su intención de inaugurar una «nueva etapa inédita» en la relación con España, construida sobre la base de la «confianza, la transparencia, el respeto mutuo y la honra de los compromisos».
En cuanto a la reunión de alto nivel que Marruecos y España tienen pendiente desde diciembre del año pasado, y que fue aplazada por la pandemia, las fuentes diplomáticas consultadas explican que el Gobierno está muy interesado en ese primer viaje, pero sobre todo «en el segundo, el tercero y el cuarto», y recalcan que lo más importante es «construir una relación sólida».
Además, en las últimas semanas ha habido informaciones sobre un posible retorno de la embajadora marroquí, pero por el momento esta no se ha materializado.
En todo caso, el Gobierno considera que existe una «gran oportunidad» de redefinir las relaciones con Marruecos tras los «gestos positivos» que ha realizado recientemente el reino tras la crisis vivida en los últimos meses.
Así lo puso de manifiesto también el Ejecutivo la semana pasada en una respuesta escrita a pregunta de Vox a la que tuvo acceso Europa Press. En concreto, el Ejecutivo defendió que «existe en la actualidad una gran oportunidad para redefinir las relaciones y los pilares sobre las que se sustentan, teniendo en cuenta los gestos positivos que se han producido recientemente por parte de las autoridades marroquíes».
En esa respuesta, el Ejecutivo ya aseguraba está trabajando «en unas nuevas y firmes relaciones con Marruecos» que permitan consolidar «la cooperación bilateral», siempre en cumplimiento de los acuerdos y la legislación internacional.
CRISIS DE CEUTA
La relación con Marruecos atravesó una grave crisis a raíz de la llegada a España por razones humanitarias de Ghali el pasado mes de abril. Rabat expresó su malestar por no haber sido informado de antemano y, tras algunas semanas de tiranteces, desembocó en la llegada masiva de migrantes a Ceuta facilitada por Marruecos y en la llamada a consultas de su embajadora en Madrid, Karima Benyaich.
Desde entonces, primero con Arancha González Laya aún como ministra de Exteriores y luego con la llegada de Albares, el Gobierno ha venido insistiendo en la necesidad de discreción para desbloquear la crisis, de la que Rabat responsabilizaba en gran medida a la anterior jefa de la diplomacia.
Por otro lado, además de su conversación con el ministro marroquí, Albares se va reunir también con su homólogo argelino, Ramtane Lamamra, el miércoles 22 a las 19.00 horas de Nueva York, en su intento de trabajar «por el acercamiento» entre «dos grandes países amigos y vecinos», en alusión a la disputa que Argelia y Marruecos tienen abierta entre ellos.