Delegación dice que la Policía no se planteó disolver la «vomitiva» marcha nazi porque «habría sido una batalla campal»
«Hay comunidades autónomas donde terroristas piden manifestaciones y se le acepta», asegura
La delegada del Gobierno en Madrid, Mercedes González, ha afirmado este martes que la Policía Nacional en ningún momento se planteó disolver la «vomitiva» manifestación neonazi desarrollada el sábado en Chueca porque «transcurrió sin incidentes» y, de haberlo hecho, hubiera provocado cargas contra niños y mayores, un «batalla campal».
En una rueda de prensa, González ha insistido que no podían prohibir dicha marcha. «En ese país se puede manifestar gente que consideramos desde otros sectores que sus opiniones son muy reprobables. Hay comunidades autónomas donde terroristas piden manifestaciones y se le acepta», ha dicho, en referencia a recientes concentraciones en el País Vasco a favor de un etarra.
La delegada ha afirmado que «le asquea» que en protestas se luzcan banderas y símbolos ultraderechistas y pide al Congreso de los Diputados que apruebe una ley que las prohíba. En ese punto, se ha acordado que los símbolos que sacaron nostálgicos del franquismo cuando salió el cuerpo del dictador del Valle de los Caídos o de las banderas que veía a aficionados radicales en el estadio Santiago Bernabéu cuando era pequeña.
«Hay nazis en nuestra ciudad y vamos a intentar que tengan el menor espacio posible. Si esto sirve para concienciar del extremismo muy peligroso está bien. La Policía ha hecho un informe objetivo del transcurso de los hechos y aporta vídeos, imágenes de las banderas y a partir de ahora será la Fiscalía quien decida si ha habido delito de odio», ha manifestado.
En otro momento de la rueda de prensa, Mercedes González ha reconocido que conocían la ideología ultraderechista de uno de los convocantes, a través de la asociación de vecinos de Canillejas, pero ha apuntado que desde que lleva en la Delegación ha convocado otras cuatro manifestaciones también minoritarias y sin incidentes: una para fomentar el deporte, la juventud y la seguridad; otra contra la violencia de las bandas latinas; en junio otra contra «el chantaje de Marruecos contra nuestra nación» y la penúltima el 17 de julio bajo el lema «construyendo barrio a barrio un Madrid seguro».
«Hasta ahora no tenía antecedentes, pero ahora ya tenemos datos y se actuará de otra manera», ha avanzado la representante del Gobierno en Madrid para, en caso de que comunique nuevas protestas, la Delegación pueda actuar previamente prohibiéndolas o aumentando la seguridad.
NO VA A DIMITIR: «TIENE LA CONCIENCIA MUY TRANQUILA»
Respecto a la posibilidad de que los manifestantes hubiesen sido desalojados o la marcha disuelta por la Policía cuando comenzaron a corear lemas homófobos y racistas, como apuntó ayer el consejero de Justicia e Interior madrileño a la delegada le extraña que «un juez con la reputación» de Enrique López diga eso.
«Toda mi confianza y apoyo a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Actuaron como consideraron; había niños y personas mayores, disolver supone cargar contra ellas. Si él (Enrique López) considera que había que generar una batalla campal, espero que no sea delegado del Gobierno. La Policía tiene mi máxima confianza, que está para resolver los problemas, no para crearlos. La marcha fue vomitiva, pero transcurrió con toda seguridad y sin incidentes», ha apuntado.
González ha recalcado que solo se pueden disolver manifestaciones cuando se producen incidentes de orden público o se agrede a policías; «no se puede disolver cargando contra otras personas, mayores y niños». Por todo ello, concluye que no va a dimitir porque considera que «tiene la conciencia muy tranquila y se ha atenido a lo que marca la Ley».