Más País acusa al Gobierno de haber hecho el «ridículo» con la manifestación neonazi en Chueca y exige disculpas
El líder de Más País, Íñigo Errejón, ha acusado este martes al Gobierno y, singularmente a su Delegación en Madrid, de haber hecho el «ridículo» permitiendo la manifestación neonazi que recorrió el pasado sábado el barrio madrileño de Chueca y ha exigido explicaciones por lo ocurrido además de unas disculpas.
Errejón ha tachado de «gravísimo» que se permitiera que «unos cuantos neonazis» pudieran pasearse por el centro de Madrid gritando consignas contra el colectivo LGTBI y ha censurado a la Delegación del Gobierno por asegurar que desconocía que era una marcha nazi cuando este martes se ha conocido que «lo sabía desde hace diez días» y que ahora manifiesta su disposición a multar a los manifestantes con 500 euros, «tres euros por cabeza».
«La Delegación del Gobierno debe dar explicaciones y disculparse a la sociedad madrileña y española», ha dicho el secretario general de Más País, quien ha denunciado los «porrazos» que hubo en las manifestaciones por el asesinato del joven gallego Samuel y que los neonazis pudieran manifestarse el sábado «escoltados». «Doble vara de medir», ha resumido.
TAMBIÉN CREE QUE AYUSO DEBE PEDIR PERDÓN
Errejón no sólo ha solicitado un perdón de la Delegación del Gobierno sino también de la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, por negar la semana pasada en la Asamblea de Madrid la existencia de discriminación al colectivo LGTBI. «Debe disculparse y sumarse a quienes repudiamos los mensajes de odio, ante los que no caben medias tintas», ha señalado.
En la misma línea, el portavoz de Compromís, Joan Baldoví, ha mostrado su «sorpresa y asombro» por que se facilitara esa manifestación «supuestamente contra la agenda 2030» en Chueca «en plena ola homófoba», sobre todo cuando el permiso lo pidió «un individuo de extrema derecha conocido» por las fuerzas policiales.
«Si la delegada del Gobierno no lo sabía, pues ¡vaya delegada del Gobierno!», ha expresado Baldoví, quien también ha criticado la «facilidad» con la que se reprimen algunas manifestaciones y la «impunidad» que existe con otras, como la referida de Chueca.