El 65% de las empresas encuentra un «desajuste de talento» en la búsqueda de empleados, según ManpowerGroup
El 65% de las compañías en España declara toparse con un «desajuste de talento» a la hora de reclutar profesionales para los nuevos puestos de trabajo, que requieren nuevas capacidades y habilidades, según ha indicado este miércoles el presidente de ManpowerGroup España, Portugal, Grecia e Israel, Raúl Grijalba.
Grijalba ha intervenido telemáticamente en la presentación del Índice 60 de ManpowerGroup, con el título Más allá del Covid: Retos tradicionales y oportunidades urgentes en el mercado laboral español , donde ha señalado que se está produciendo «una transformación inédita en la mayoría de los sectores en relación a la transición tecnológica y digital, pero también a una transición verde».
Tras afirmar que «la mayoría de los puestos de trabajo van a requerir capacidades, habilidades y conocimientos distintos», ha señalado la necesidad de ayudar a millones de personas a hacer esa transición.
Además, Grijalba ha destacado la «paradoja» de que España cuente con la tasa de paro más importante de su entorno europeo, alrededor del 15%, con un desempleo juvenil entre el 30% y el 40%, y al mismo tiempo miles de compañías no tienen la capacidad de incorporar el talento necesario.
Ante esa «combinación de desempleo y desajuste de talento», Grijalba ha sostenido que lo que tiene que ver con encontrar las capacidades y habilidades necesarias para los nuevos puestos que se están creando y los del futuro del empleo pasa por «contar con las herramientas adecuadas, con las inversiones adecuadas, tanto desde el punto de vista empresarial como desde el punto de vista institucional».
Así, se ha referido a la nueva Ley de Formación Profesional como «uno de los elementos más críticos» y ha defendido una Formación Profesional «profesionalizante», al tiempo que ha subrayado la importancia de la colaboración público-privada.
Por su parte, la secretaria general de Formación Profesional del Ministerio de Educación y Formación Profesional del Gobierno de España, Clara Sanz, ha apuntado que la crisis del Covid-19 ha acelerado «la cuarta revolución industrial», que es «la revolución de las competencias y del conocimiento».
«Una evolución que necesariamente iba a ocurrir lo que ha hecho ha sido comprimirse en el tiempo, y hemos de dar respuestas mucho más rápidas a un contexto que ya de por sí cambiaba rápidamente; ahora mucho más», ha valorado.
En este contexto, la estructura formativa en España está «desajustada», según ha constatado Sanz, quien ha subrayado la necesidad de ampliar las cualificaciones intermedias, «que son realmente el músculo de la empresa para llevar a cabo proyectos y adaptarse a las oportunidades que plantea la digitalización y la sostenibilidad». «Esa parte, que debe ser la más gruesa, es la más limitada, y es la que se corresponde con las titulaciones de FP», ha precisado, al tiempo que ha recalcado que «las empresas necesitan profesionales que no encuentran».
«No podemos mantener un desempleo en las tasas que tenemos y mantener puestos de trabajo que no se cubren por falta de cualificación», ha aseverado, para destacar que la tasa de desempleo entre los titulados de FP está en torno a un 7%. Así, ha subrayado que «es una evidencia absolutamente objetiva que la FP es la puerta al empleo, es la puerta a empleos estables y con una enorme proyección».
Sin embargo, ha reconocido que la tasa de estudiantes que eligen FP en España es «baja», mientras al menos la mitad de los empleos que se van a ofertar van a requerir esa cualificación intermedia, según ha asegurado. Por otro lado, ha advertido que ningún trabajador va a mantener su empleabilidad si no se sigue formando a lo largo de su carrera profesional, y ha alertado del «déficit» en formación en el trabajo.
Así, el Plan de Modernización de la FP y el Proyecto de Ley de Ordenación e Integración de la FP, que acaba de llegar al Congreso de los Diputados para su tramitación parlamentaria, aspiran a convertir este sistema educativo en «un sistema que acompañe a la persona, que ponga a la persona en el centro», para facilitarle el acceso a una Formación Profesional «profesionalizante, cualificadora, muy ajustada a las necesidades del mercado laboral en cualquier momento de su vida».
Para ello, se apuesta por «flexibilizar» la formación de manera que cada persona pueda formarse en aquello que necesita en cada momento, ofreciendo formaciones acumulables y acreditables, «de tal forma que formen parte de la mochila formativa de casa trabajador».
Asimismo, se apuesta por ampliar el carácter dual de la FP, porque «es uno de los requisitos para la calidad de la FP», de manera que «todos los estudiantes de FP y todos los trabajadores que hagan un certificado profesional tendrán contacto con la empresa, habrán tenido una estancia formativa en la empresa necesariamente».
Sanz ha destacado además que este plan y esta ley cuentan con «más de 2.200 millones de euros, una apuesta absolutamente histórica como nunca se ha vivido en España», y ha apuntado que la memoria económica de la ley llega a más de 5.000 millones de euros.
Por su parte, el catedrático Emérito de Economía Aplicada de la Universidad Autónoma de Barcelona y autor del estudio, Josep Oliver, ha presentado las conclusiones del mismo, como que a principios de 2022 se habrán recuperado los valores de empleo de 2019.
Sin embargo, ha señalado la necesidad de atender a «aspectos de más fondo», y ha situado como el principal reto «la inadecuación de una oferta de trabajo insuficiente a las necesidades formativas que el mercado está exigiendo». También ha advertido del envejecimiento del mercado de trabajo y del estancamiento de la oferta de trabajo femenina.