HM Sanchinarro, pionero en incorporar Aquabeam para el tratamiento de la hiperplasia benigna de próstata
El Hospital Universitario HM Sanchinarro se convierte un hospital pionero en la sanidad privada española por la inclusión en su arsenal quirúrgico de Aquabeam , una nueva tecnología robótica de aquablación, que ofrece a los pacientes un abordaje mínimamente invasivo, seguro y eficaz en el tratamiento de la Hiperplasia Benigna de Próstata (HBP).
«El Monitor de Reputación Sanitaria ya recogía en su último informe el puesto de referencia de HM Sanchinarro en Urología gracias a que dispone de un equipo de profesionales excelentes, liderado por el doctor Javier Romero-Otero, junto con un completo arsenal quirúrgico robótico y de tecnología puntera de diagnóstico, que redunda directamente en la salud de los pacientes.
La incorporación de esta técnica constata y potencia esa situación y avanza en la dirección correcta para revertir todo tipo de dolencias urológicas, y también facilita la labor de los profesionales sanitarios a la hora de abordarlas», señala el doctor Íñigo Martínez, director médico del Hospital Universitario HM Sanchinarro.
Este tratamiento está especialmente indicado para abordar la HBP sin que el tamaño y la forma prostática afecten a la posibilidad de someterse a este abordaje. Esta novedosa tecnología es incorporada en HM Hospitales gracias a la filosofía de innovación y excelencia de Urología ROC Global Health. Se basa en un chorro de suero fisiológico a una velocidad muy alta y presión elevada que no utiliza ningún tipo de energía térmica, frente a otras técnicas quirúrgicas para el tratamiento de esta patología.
«Es un tratamiento eficaz para la HBP que obtiene resultados funcionales excelentes en términos de micción, con mejoría rápida de los síntomas urinarios y una rápida recuperación y reincorporación a la vida cotidiana. De hecho, se suele requerir una hospitalización muy corta (media de 24-48 horas) recibiendo el paciente el alta médica sin sonda vesical», señala el doctor Javier Romero Otero, director del Departamento de Urología de HM Hospitales en Madrid.
Según informan, otro de los beneficios para el paciente y el equipo médico que proporciona Aquabeam reside en que, en todo momento, el procedimiento es controlado de forma robótica mediante un sistema de guiado por control de un ecógrafo, lo que genera máxima precisión a la hora de definir el tejido que el robot debe eliminar. Precisamente esa exactitud es la que garantiza los mejores resultados para los pacientes.
«El cirujano, a través de un control ecográfico y cistoscópico continuo, planifica de forma personalizada el tratamiento y evalúa con la máxima precisión el volumen de tejido que el robot debe eliminar. El sistema robótico AquaBeam es la única tecnología que combina simultáneamente las imágenes de ultrasonido en tiempo real, dando una visión completa y multidimensional de toda la próstata, lo que le permite crear un mapa quirúrgico de las zonas de la próstata que debe extirpar y las que debe evitar. Dado que cada próstata es única en tamaño y forma, el mapa puede personalizarse a la anatomía única de cada paciente», señala la doctora Esther García Rojo, uróloga de HM Sanchinarro.
Otra de las consecuencias directas de la gran precisión de Aquabeam está en que minimiza cualquier hipotético error humano, al mismo tiempo que las estructuras anatómicas responsables de la función eréctil y de la continencia urinaria son preservadas. Esto se debe a su exactitud milimétrica y el tipo de energía empleada que es agua a temperatura ambiente, por lo que no se produce ningún daño térmico de estructuras vecinas. De esta forma, se consiguen resultados funcionales que proporcionan una mejoría rápida de los síntomas urinarios y pronta recuperación y reincorporación a la vida cotidiana.