El Gobierno ve una «gran oportunidad» de redefinir las relaciones con Marruecos tras sus «gestos positivos»
El Gobierno considera que existe una «gran oportunidad» de redefinir las relaciones con Marruecos tras los «gestos positivos» que ha realizado recientemente el reino tras la crisis vivida en los últimos meses a raíz de la acogida en España del líder del Frente Polisario, Brahim Ghali.
En una respuesta escrita a pregunta de Vox a la que ha tenido acceso Europa Press, el Ejecutivo ha defendido que «existe en la actualidad una gran oportunidad para redefinir las relaciones y los pilares sobre las que se sustentan, teniendo en cuenta los gestos positivos que se han producido recientemente por parte de las autoridades marroquíes».
El Gobierno se refiere con ello a las declaraciones realizadas el pasado 20 de agosto por el rey Mohamed VI, quien expresó su intención de inaugurar una «nueva etapa inédita» en la relación con España, construida sobre la base de la «confianza, la transparencia, el respeto mutuo y la honra de los compromisos».
En su respuesta, el Ejecutivo ha asegurado que está trabajando «en unas nuevas y firmes relaciones con Marruecos» que permitan consolidar «la cooperación bilateral», siempre en cumplimiento de los acuerdos y la legislación internacional.
El Gobierno ha insistido, como ya ha hecho el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, tras asumir el cargo el pasado 12 de julio, en que «Marruecos es un socio estratégico y un país amigo» y ha dejado claro que en todo momento «defenderá sus intereses nacionales».
La relación con Marruecos atravesó una grave crisis a raíz de la llegada a España por razones humanitarias de Ghali el pasado mes de abril. Rabat expresó su malestar por no haber sido informado de antemano y, tras algunas semanas de tiranteces, desembocó en la llegada masiva de migrantes a Ceuta facilitada por Marruecos y en la llamada a consultas de su embajadora en Madrid, Karima Benyaich.
El Gobierno marroquí terminó reconociendo que la crisis no había venido motivada solo por el caso Ghali sino por la negativa de España a cambiar su política respecto al Sáhara y a reconocer como marroquí este territorio, como hizo Estados Unidos con Donald Trump aún como presidente en diciembre de 2020.
Desde entonces, primero con Arancha González Laya aún como ministra de Exteriores y luego con la llegada de Albares, el Gobierno ha venido insistiendo en la necesidad de discreción para desbloquear la crisis, de la que Rabat responsabilizaba en gran medida a la anterior jefa de la diplomacia.
En las últimas semanas ha habido informaciones sobre un posible retorno de la embajadora marroquí, pero por el momento esta no se ha materializado. Marruecos y España tienen pendiente la celebración de la reunión de alto nivel, prevista para diciembre pasado y aplazada por la pandemia.