El TPLF asegura que 150 personas han muerto por inanición en Tigray y el Gobierno le acusa de «engañar»
El Frente Popular para la Liberación de Tigray (TPLF) ha asegurado que unas 150 personas podrían haber muerto de inanición en la provincia etíope de Tigray, mientras el Gobierno de Adís Abeba le ha acusado de «engañar a la comunidad internacional usando la carta humanitaria».
El jefe de agricultura del TPLF, Atinkut Mezgebo, ha detallado que la gente está muriendo por la falta de alimentos y medicinas, y que «la crisis podría ser mayor de lo que pensamos». Según ha explicado Mezgebo a BBC, la gente «está muriendo delante de nuestros ojos por inanición», siendo las mujeres y los niños los que más afectados se ven por la escasez.
Algunas de las muertes que el TPLF achaca a al inanición se habría producido en campamentos de acogida de desplazados, según los rebeldes.
Tras la información compartida por el TPLF, el Gobierno etíope ha publicado un comunicado en el que ha exigido a los rebeldes de Tigray que «dejen de usar la carta humanitaria para engañar a la comunidad internacional», tras asegurar que en coordinación con las agencias humanitarias están consiguiendo que la ayuda acceda a la región.
Desde Adís Abeba han acusado al TPLF de «agravar» la crisis humanitaria al invadir las regiones de Amhara y de Afar, algo que ha provocado «el desplazamiento de 500.000 personas y la alteración de la vida de 4,5 millones de personas en estas dos regiones».
Además, ha recordado el alto el fuego que declaró con motivos humanitarios, que los rebeldes no habrían cumplido, sino que han continuado «destruyendo aldeas rurales y matando a civiles inocentes». «Con todos estos actos destructivos, el TPLF ha acusado desvergonzadamente al Gobierno de bloquear la ayuda humanitaria», a pesar de que la Administración «nunca ha incumplido su compromiso de abrir rutas para la entrega de ayuda humanitaria en Tigray», ha apostillado el Gobierno.
«Estas acciones deberían hacer sospechar a la comunidad internacional que los camiones de ayuda están siendo utilizados para transportar a soldados invasores», ha continuado Adís Abeba, por lo que esta debería «presionar» a los rebeldes para que «acaben con la agresión, la matanza de inocentes civiles y el saqueo de propiedades».
«No se debe permitir que el grupo juegue su carta restante (la humanitaria) de manera cínica, tratando de sacar provecho de la miseria de personas inocentes afectadas por la situación humanitaria», ha ultimado el Gobierno etíope.
La ONU ya ha avisado de la escasez de suministros para la asistencia en Tigray, donde la organización y sus aliados no han podido llevar camiones de alimentos y otros recursos desde «hace siete días». Con más de dos millones de desplazados y otros tantos con necesidad de asistencia humanitaria «para salvar sus vidas», distintas regiones del país requieren suministros, además de apoyo en materia de salud e higiene.