Ônet explica la importancia creciente de la mirada integrativa ante la infertilidad
/COMUNICAE/
Cada vez hay más estudios que concluyen que enfermedades autoinmunes, como por ejemplo la celiaquía o el hipotiroidismo, pueden provocar abortos de repetición
La fertilidad integral cada vez es más reconocida, y efectiva, eso lo tienen muy claro ya los mejores profesionales expertos en infertilidad de este país.
Después de trabajar más de 7 años en reproducción Antonia González, embrióloga, tomó la decisión de ampliar la mirada de la infertilidad, creando Onêt, un Atelier donde diseñan “a medida” programas de fertilidad integral (desde hace más de 8 años) para mujeres y hombres que les está costando llegar a ser papás.
La mirada integrativa, de la que son pioneras, es una forma única de tratar la infertilidad, «ya que nos basamos en la nutrición, medicina ortomolecular, la psiconeuroendocrinología, la gestión de estrés, la higiene del sueño, el ejercicio físico, las emociones, etc. porque vemos al individuo como un todo, y al que todo le influye, desde lo que come hasta lo que piensa y lo estresado que esté». Hay ya mucha evidencia científica y múltiples estudios que demuestran que la alimentación es fundamental para la fertilidad, pero no solo eso, también las emociones, el estrés, el sueño y todo aquello que pueda empeorar las hormonas, también es susceptible de darle la vuelta y mejorarlas, y así poder optimizar la fertilidad.
Obviamente se basan en un estudio de análisis clínicos muy extenso y profundo, «porque pensamos que antes de pasar por tratamientos de reproducción asistida podemos determinar el origen de la infertilidad y así poder subsanarlo, y en los casos que esto no sea posible (como una obstrucción tubárica, por ejemplo) mejorar significativamente las tasas de éxito de la fecundación in vitro. Muchas clínicas de reproducción asistida de nuestro país pueden dar fe de ello», explica.
En estos análisis se hace un estudio del funcionamiento de la tiroides, los ovarios, la ovulación, la coagulación, el sistema inmune, la microbiota endometrial, la microbiota intestinal, vitaminas, minerales, virus, bacterias, tóxicos, inflamación, resistencia a la insulina, compatibilidad inmunológica, genética, fragmentación de ADN del esperma, y por supuesto la celiaquía o la intolerancia al gluten.
En consulta se está viendo viendo cómo el hipotiroidismo y el gluten tienen una relación no muy sana, así como con la endometriosis, ya que las personas que tienen estos problemas hormonales suelen tener la pared intestinal dañada y el gluten lo empeora si no se hace un tratamiento integrativo personalizado.
Por ejemplo, cada día más, «detectamos celiaquías que no habían sido diagnosticadas y que han provocado abortos de repetición o fallos de tratamientos de reproducción asistida. La celiaquía es una enfermedad inmunológica que no va sola, y que hay que tratar de manera sistémica para mejorar el porcentaje de éxito del tratamiento de fertilidad. No es solo quitar el gluten, sino conocer el estado de la pared intestinal que tan importante es para la fertilidad, y saber recuperar la mucosa intestinal», explica la embrióloga.
Y otra de las alteraciones que también pasan muy desapercibas en la infertilidad, es el hipotiroidismo, sobre todo el hipotiroidismo autoinmune. «Hay ya muchos estudios que demuestran que los anticuerpos de tiroides pueden provocar abortos, fallos de implantación e incluso reducir la cantidad de óvulos que tiene la mujer, ya que estos anticuerpos pueden atacar a los ovarios. Son estudios recientes y muy innovadores, por eso hemos de estar siempre actualizándonos los profesionales de la fertilidad. Porque en nuestro centro sabemos que podemos mejorar esa condición autoinmune a través de la nutrición, suplementación y gestión de estrés, y estamos muy contentas con los resultados. Esto son solo dos ejemplos que no se suelen tener en cuenta en muchas clínicas pero que son de vital importancia para la fertilidad», concluye la experta.
Fuente Comunicae