Pinturas de las cuevas descubiertas en Monte Castillo apuntan al pre-Magdaleniense
Algunos de los vestigios de pinturas prehistóricas hallados en una de las dos cuevas descubiertas en Monte Castillo (Puente Viesgo, Cantabria) apuntan a un arte antiguo y arcaico, del Paleolítico, y más concretamente del pre Magdaleniense, «casi con total seguridad».
En paneles de esa cavidad, denominada Coterío II, se han encontrado diversas muestras pictóricas, con formas de puntos y discos, trazos yuxtapuestos o incluso manchas rojizas y violáceas. Una de ellas podría corresponder a una aplicación intencional de color, quizá una mano positiva, como las que hay en otras grutas conocidas, en Soba o incluso en Altamira.
Así lo ha manifestado este lunes el director de las Cuevas Prehistóricas de Cantabria, Roberto Ontañón, en una rueda de prensa convocada para ofrecer explicaciones «de urgencia» y «primera mano» sobre la información que se dispone hasta ahora en esa cavidad, de 70 metros, y en la otra, llamada Coterío I, de 100 metros de longitud y en la que se han hallado huesos de animales, pero «muy fragmentados».
Ante esto, en septiembre se iniciará, de la mano del investigador José Manuel Maíllo, una cata de comprobación en la entrada de la gruta, que está muy conservada, para analizar si esos restos tienen que ver con una potencial ocupación humana y un posible yacimiento arqueológico.
Y también se van a estudiar posibles evidencias de arte parietal, aunque hasta ahora son dudosas y no se ha encontrado ninguna clara en las dos exploraciones realizadas, como ha comentado el asimismo director del MUPAC, el Museo de Prehistoria y Arqueología de Cantabria, que espera ofrecer a finales de otoño o principios de invierno más información sobre ambas cuevas, localizadas en la ladera sur de Monte Castillo.
PANELES PARIETALES DECORADOS
En Coterío II los trabajos están más avanzados y se centran en actuaciones «intencionales» del hombre prehistórico. Así, se han hallado al menos tres paneles parietales decorados, dos de ellos muy cerca de la boca, con restos de pigmentos que podrían corresponder a obras de arte «muy primarias».
Según ha señalado Ontañón, en uno de ellos aparecen trazos -oscuros y yuxtapuestos-, puntos y discos pero ninguna representación figurativa «por el momento». Se trata, como ha comentado, de motivos «muy simples» por lo que es «muy difícil» situarlos dentro del ciclo artístico del Paleolítico.
De un segundo panel se desprende un paralelismo formal, ya que se aprecian «claramente» puntos y discos, a intervalos espaciados, con «fuertes» concentraciones de colorante, e incluso se puede apreciar «espesor» en las manifestaciones, derivado tal vez de la aplicación de la pintura mediante la técnica del soplado.
Por eso, el máximo responsable de las cuevas prehistóricas cántabras considera «indudable» e «intencional» esta manifestación, que también destaca por la presencia de muchas manchas rojizas y violáceas, aplicadas probablemente con la yema del dedo, arrastrado sobre la superficie rocosa en distintas direcciones.
En este sentido, y haciendo paralelismos con muestras de otras cavidades conocidas, piensan que puede ser una mano positiva. «Tentativamente, y por tanteos con otras cavidades que ya conocemos en las que se encuentran manifestaciones de este estilo», ha indicado, «nosotros pensamos que puede ser una mano positiva», como las que hay en Soba o Altamira.
9 CUEVAS CON POSIBLE ARTE PALEOLÍTICO DE 20 ANALIZADAS EN 6 AÑOS
Los trabajos en Coterío I y II, con entradas angostas, separadas varios metros y a unos 200 de distancia de la cueva de Las Monedas, se enmarcan dentro de un proyecto iniciado por el Gobierno regional en 2015, para investigar pinturas rojas en cuevas que cronológicamente puedan pertenecer al Paleolítico.
Desde entonces y hasta 2021, se han analizado veinte cavidades y en nueve de ellas se han hallado posibles restos artísticos de esa época, incluida Cotarío I, según ha apuntado el vicepresidente regional y consejero de Cultura, Pablo Zuloaga, que ha indicado que las dos cuevas de Monte Castillo están cerradas y sin señalizar, para impedir el acceso a su interior y garantizar tanto su conservación como las investigaciones.
Las otras con dichos hallazgos se localizan en Castro Urdiales, en un emplazamiento que no ha querido desvelar, y las del Cuco y Aurelia, en el mismo municipio, todas estudiadas desde 2019.
A ellas se suman las investigadas previamente, desde 2015: Solviejo, en Voto; Los Murciélagos, en Entrambasaguas; Las Graciosas 1 y 2, Medio Cudeyo; El Rejo, en Val de San Vicente; y La Llosa, en Villaescusa. Los próximos trabajos previstos en este campo se van a llevar a cabo en una cavidad de Camargo.
En la comparecencia ante los medios, a la que también ha asistido la directora de Patrimonio Cultural y Memoria Histórica, Zoraida Hijosa, Zuloaga ha anunciado que en los presupuestos regionales del próximo año se duplicará la partida destinada a estas investigaciones, dotada hasta ahora con 8.000 euros, y que se elevará a 16.000.
«Hay cientos de lugares en los que investigar», ha manifestado el vicepresidente y consejero de Cultura, partidario de avanzar por la «senda correcta de proteger y poner en valor el patrimonio histórico».
CUEVAS REDESCUBIERTAS
El también responsable de Universidades, Igualdad y Deporte ha señalado que ambas cuevas han sido «redescubiertas», de forma casual por un concejal de Puente Viesgo y con motivo de labores de limpieza de un sendero cercano.
Y es que en la década de los cincuenta estuvieron en ellas un equipo de camineros de la entonces Diputación Regional, y años después miembros del Espeleo Club de Grácia, en Cataluña, durante labores de exploración del monte Dobra, realizados entre 1978 y 1982.