La delegada del Gobierno en Ceuta apunta que «se verá en días» que la relación con Marruecos vuelve a ser «muy buena»
CEUTA, 9
La delegada del Gobierno en Ceuta, Salvadora Mateos, ha asegurado este lunes que las relaciones bilaterales de España con Marruecos vuelven a ser «muy buenas» y que las consecuencias del relevo al frente del Ministerio de Asuntos Exteriores se verán «en los próximos días», aunque no ha precisado si esa materialización se traducirá en el retorno inmediato de los más de 1.000 nacionales del país vecino adultos que continúan irregularmente en la ciudad desde mediados de mayo o si también de los cerca de 800 niños y adolescentes migrantes solos acogidos, como «confía» en que suceda.
En rueda de prensa, Mateos se ha congratulado porque la comunicación entre Madrid y Rabat es de nuevo «fluida».
«Hubo una crisis cuyas causas son conocidas y no hace falta repetir, pero ha habido un cambio en el Ministerio [de Asuntos Exteriores tras la sustitución de Arancha González Laya por José Manuel Albares] y se han retomado las relaciones, que estuvieron un poco paradas, pero ahora son muy buenas y en los próximos días lo vais a ver», ha asegurado.
Desde el 19 de mayo, cuando finalizó la avalancha migratoria que permitió a unos 12.000 marroquíes entrar en Ceuta durante 72 horas con la permisividad de las fuerzas de seguridad del país vecino, un total de 3.474 marroquíes han regresado voluntariamente y 124 han sido devueltos.
Además, 1.230 han solicitado protección internacional en España y 260 ya han podido cruzar el Estrecho tras ver sus peticiones admitidas a trámite.
La delegada ha lamentado que estos migrantes hayan optado por «la vía más rápida para intentar llegar a la Península», pero ha advertido que «sólo un 4% de los marroquíes ve finalmente admitidas sus peticiones cuando terminan los procedimientos, que se acelerarán a partir de septiembre, y el resto serán expulsados con una orden de prohibición de entrada en España y el resto de la UE por cinco o diez años».
Sin contar a los cientos que continúan en asentamientos irregulares, sobre todo en zonas verdes y de costa, la Ciudad Autónoma alberga actualmente a 788 adultos marroquíes en cuatro naves acondicionadas en los polígonos del Tarajal y a más de 700 niños y adolescentes solos.
Mateos cuenta con que tanto los mayores de 18 años como los menores puedan ser devueltos durante las próximas semanas con el beneplácito de las autoridades del Reino alauita.
La delegada ha aseverado que «espera» que «no haga falta» activar en septiembre el plan de emergencia que ha preparado la Dirección Provincial del Ministerio de Educación para dar atención educativa a los niños con hasta 16 años que continúen en territorio español en septiembre.
«Marruecos los reclama a todos y si hay algún padre que no quiera a su hijo, cosa que no entra en mi cabeza, cuenta con entidades como en España que se hacen cargo de ellos: yo creo que saldrán todos», ha insistido pese a los reparos legales expuestos por entidades como Unicef y Save The Children o el Servicio de Protección a la Infancia de la Ciudad Autónoma.
«TODOS LOS MARROQUÍES, CON VISADO»
A preguntas de los periodistas, la delegada ha defendido que si la frontera del Tarajal sigue cerrada es porque así lo pactan cada mes ambos países «atendiendo a la situación de la pandemia» y se ha mostrado partidaria de que la Ciudad Autónoma se incorpore plenamente al territorio Schengen para acabar con la excepción que hasta ahora permite a los residentes en la provincia de Tetuán acceder a Ceuta sin visado.
«Yo abogo porque así sea y porque la gente tenga que venir con visado con independencia de que más adelante se pueda llegar a algún acuerdo para los pueblos más cercanos», ha declarado.
En relación con las condiciones en las que se reabrirá el paso, cerrado desde marzo de 2020 y todavía sin fecha de entrada en funcionamiento, Mateos ha adelantado que el tránsito quedará limitado a «trabajadores transfronterizos legalizados y de alta en la Seguridad Social», turistas y familias de ceutíes.
«Vamos a controlar mucho a quienes venían y no sabíamos para qué o sin dinero para estar en la ciudad», ha advertido.