El BCE levanta la prohibición de distribuir dividendos a los bancos desde octubre
El Banco Central Europeo (BCE) ha decidido este viernes levantar la prohibición que impuso a los bancos a distribuir dividendos, por lo que esta medida se hará efectiva a partir del mes de octubre, tal y como había adelantado el presidente del Consejo de Supervisión, Andrea Enria, hace varias semanas.
El BCE ha decidido no extender de nuevo la recomendación de limitar los dividendos bancarios, pero estos seguirán bajo supervisión de la institución. Así, las autoridades del BCE valorarán el capital y los planes de distribución de cada banco de forma individualizada como parte de su proceso supervisor habitual.
«Las últimas proyecciones macroeconómicas confirman el repunte económico e indican una incertidumbre reducida, lo que está mejorando la confianza en las trayectorias de capital de los bancos», ha argumentado el BCE.
El instituto emisor ha indicado que los supervisores han examinado el riesgo de crédito de los bancos durante la pandemia y, como consecuencia de eso, es «apropiado» reinstaurar las prácticas que se venían dando antes de la pandemia de discutir los planes de remuneración al accionista de forma individualizada.
En todo caso, la entidad ha alertado que los bancos «deberían seguir siendo prudentes» a la hora de decidir el volumen de sus dividendos y programas de recompra de acciones, considerando «con cuidado» sus modelos de negocio. El BCE ha subrayado que las entidades bancarias no deben subestimar el riesgo de que se produzcan pérdidas adicionales en su capital una vez las medidas de apoyo expiren.
A la hora de valorar los planes de distribución de dividendos de los bancos, los supervisores del BCE tendrán en cuenta los resultados de los test de estrés de 2021, cuya publicación tendrá lugar la semana que viene. También valorarán las prácticas de riesgo crediticio de los bancos y cómo podrían afectar a la credibilidad de su trayectoria de capital.
PRUDENCIA EN LAS POLÍTICAS DE REMUNERACIÓN
En último lugar, el BCE ha pedido a los bancos que adopten una postura «prudente y con vistas al futuro» sobre sus políticas de remuneración. Estas políticas también se evaluarán por su posible impacto en la capacidad del banco de mantener su base de capital.
Aunque esta medida solo afecta a las entidades supervisadas directamente por el BCE, el organismo ha explicado que las autoridades supervisoras nacionales adoptarán pronto medidas similares para los bancos bajo su supervisión.