Goirigolzarri ve «una oportunidad única para atacar las vulnerabilidades crónicas de nuestra economía»
Cree que estamos en un «momento crucial» para el país porque «podemos salir de una crisis con una transformación sin precedentes»
SAN SEBASTIÁN, 15
El presidente de CaixaBank, José Ignacio Goirigolzarri, se ha mostrado convencido de que, gracias al proceso de transformación que se vivirá en los próximos años por el impulso de los fondos europeos Next Generation, «nos encontramos ante una oportunidad única para atacar las vulnerabilidades crónicas de nuestra economía».
Goirigolzarri ha realizado estas afirmaciones en el Encuentro Empresarial Elkargi 2021, celebrado en el Kursaal de San Sebastián, donde ha defendido que las SGRs han sido unos actores «tremendamente comprometidos» en la gestión de la pandemia y «muy cercanos» con las empresas y con las pymes que «han permitido el mantenimiento del tejido empresarial».
A su juicio, estamos en un «momento crucial» para el país porque, por primera vez, «podemos salir de una crisis con una transformación sin precedentes». «Venimos de un shock excepcional y nuestro PIB cayó en 2020 un 10,8% y esto no se había visto en los últimos 80 años», ha recordado.
De este modo, ha apuntado que los ERTES, los avales con créditos del ICO, las moratorias o las inyección del Banco Central Europeo han sido «cruciales» para mitigar el impacto económico, financiero y social de la pandemia.
Sin embargo, ha calificado de «decepcionante» el primer trimestre de 2021 desde el punto de vista económico, ya que la tercera ola «nos llevó a una caída del PIB». No obstante, ahora, como consecuencia de la vacunación, se está viviendo un «evidente punto de inflexión».
El presidente de Caixabank, teniendo en cuenta la necesidad de ser «cautos» con la evolución del virus, ha considerado que «nos estamos adentrando en una fase de recuperación con mucho brío» que debería compensar la «decepción» de la primera parte del año y llevar para el conjunto de 2021 a «crecimientos en torno del 6 o 6,5%», a lo que deben contribuir las remesas de fondos europeos que se empezarán a recibir en los próximos meses.
«Volveremos a los niveles de PIB prepandemia entre el último trimestre del año 2020 y el primer trimestre de 2023. Suena como una cierta liberación, pero claramente debe de ser el comienzo de una recuperación en la que debemos ser muy ambiciosos. Nos encontramos ante una oportunidad única para atacar las vulnerabilidades crónicas de nuestra economía», ha defendido.
A su juicio, el actual escenario post covid es «un momento crucial para nuestro país que, por primera vez, puede salir de una crisis con una trasformación sin precedentes».
Goirigolzarri ha asegurado que la cuestión «no es el diagnóstico de las vulnerabilidades de la economía española y sí cómo actuamos para implementar medidas para mitigar sus efectos». En este sentido, ha apuntado que una de las principales debilidades es la baja productividad, «si bien apoyándonos en los fondos europeos podemos revertir esta situación».
La mejora de la productividad debe basarse, a su entender, en políticas de oferta que son sinónimo de «reformas de calado, como el sistema laboral, el sistema de pensiones o las regulaciones que no propician la creación de nuevas empresas y establecen barreras a una sana competencia».
«TRANSPARENCIA»
Asimismo, Goirigolzarri ha defendido que la utilización de los fondos europeos tiene que tener «una visión amplia y no cortoplacista». «Entiendo que es tentador su utilización para conseguir crecimientos en el corto plazo, pero debemos tener una visión más estratégica y asegurar que su utilización mejora la productividad de nuestra economía en el medio y largo plazo», ha aseverado.
Los fondos procedentes de la Unión Europea tienen que gestionarse, según ha explicado el presidente de CaixaBank, «con una enorme transparencia», tanto en su propia inversión como en los resultados e impacto que generen en la sociedad. En este punto, ha advertido de que es «fundamental evitar la utilización de los mismos con una visión dirigista».
«Como principio general, las administraciones han de tener como principal objetivo la creación de unas condiciones que sirvan de promoción de las iniciativas empresariales, un caldo de cultivo que apoye al emprendimiento, y atraiga y retenga el mejor talento», ha sostenido.
Para Goirigolzarri, el sistema bancario puede jugar un «papel clave» en la distribución de los fondos europeos, debido a varios factores como «la capacidad de la banca para movilizar enormes cantidades de fondos, porque las empresas van a requerir financiación adicional para apalancar sus inversiones», por la «capilaridad» de las entidades para que esos fondos lleguen a las pymes, y porque la banca «tiene criterio y experiencia para la elección de las empresas receptoras».
LUCHAR CONTRA LA DESIGUALDAD
En opinión del presidente de CaixaBank, esta nueva asignación de recursos hacia actividades productivas sostenibles «conduce a un reto que es clave para el futuro de la sociedad», como son la educación y la formación a lo largo de toda la vida profesional de las personas.
La apuesta por la educación y la formación, tal y como ha destacado, se revela como «la mejor forma de luchar contra la desigualdad que, en el caso de España y por contraposición a los países anglosajones, se justifica en un 80% por el desempleo».
«En esta enorme transformación que tenemos por delante, las administraciones tienen el peso de la responsabilidad, pero honestamente creo que es una cuestión que nos interpela a todos, incluidas las empresas. Porque las empresas debemos ser mucho más protagonistas en, por ejemplo, la Formación Dual, en la que estamos muy lejos de las prácticas centroeuropeas», ha puntualizado.
POSICIÓN DE FORTALEZA DE CAIXABANK
Por otro lado, el presidente de la entidad se ha referido también al entorno en el que operan las entidades financieras, marcado por los bajos tipos de interés, los retos estratégicos derivados de la digitalización, así como las presiones competitivas de nuevos jugadores.
«Ante este entorno entendimos que era necesario reaccionar y hacerlo con rapidez. En consecuencia tomamos la decisión de fusionar CaixaBank y Bankia, que es la decisión estratégica más importante que puede acometer una entidad», ha reconocido.
Como consecuencia de ello, ha subrayado que la entidad resultante tiene una «mayor posición de fortaleza» porque se alcanza «un tamaño crítico muy notable que mejora la eficiencia» y porque «contamos con mayor músculo financiero para realizar las fuertes inversiones que se requieren en los procesos de digitalización e innovación que queremos liderar».
Además, tras la integración, CaixaBank cuenta con «una mayor robustez financiera y con un balance fuertemente provisionado y bien capitalizado, con el objetivo de estar cerca de empresas y familias para apoyarles en sus necesidades financieras».
«Nosotros no buscamos con esta fusión solo tener mayor tamaño, sino que nuestro objetivo es más ambicioso. Queremos dotarnos de las capacidades necesarias para liderar el proceso de transformación que se está produciendo en nuestro sector desde un modelo muy cercano a la sociedad, a las necesidades de las familias y las empresas», ha sostenido.