Bezoya presenta dos nuevos modelos de negocio para «beber agua mineral natural de manera más sostenible»
La marca de agua de Pascual, Bezoya, ha puesto en el mercado dos nuevos modelos de negocio, agua mineral natural en grifo para hostelería y dispensador de agua en máquinas vending, con el objetivo de favorecer que se beba agua mineral natural de «una manera más sostenible».
Según ha afirmado la marca en un comunicado, se trata de dos innovaciones que se asientan sobre cuatro pilares, creación de valor a la categoría, sostenibilidad medioambiental, seguridad alimentaria e información veraz al consumidor.
Ambos lanzamientos pivotan sobre un nuevo formato en caja 100% reciclable con una capacidad de 12 litros que incorpora un grifo dispensador y permite a la marca utilizar un 70% menos de plástico por cada litro de agua en comparación con otros formatos de gran tamaño. También cuenta con asas en la parte superior para una mayor facilidad de transporte y ocupa un 27% menos de espacio en comparación con el equivalente en formatos de 1,5 litros.
Con el agua mineral natural en grifo para hostelería, Bezoya quiere ampliar la manera en la que se consume agua en bares y restaurantes y asegura que pretende integrar la sostenibilidad en el canal Horeca, «situándose a la vanguardia del sector de aguas minerales naturales a nivel nacional».
En este caso, las cajas de doce litros están conectadas en batería a los nuevos grifos, permitiendo un ahorro de espacio y energía y eliminando la logística inversa, al no tener que retornar envases de vidrio, a la vez que se evita, también, el uso de plásticos. Además, el consumo de energía es menor, ya que no se requiere del uso de neveras de gran capacidad para botellas de agua envasada.
«Los nuevos grifos de Bezoya no solo profundizan en nuestra estrategia de ofrecer el agua de la mejor calidad con el menor impacto ambiental posible, cuidando en todo momento la trazabilidad y la seguridad alimentaria del producto, sino que también suponen una innovación para apoyar la recuperación del sector hostelero», ha afirmado Eliecer Hernández, director del Negocio de Aguas de Pascual.
Para salvaguardar la seguridad alimentaria del producto, Bezoya ha diseñado un protocolo de higienización, tanto de los dispensadores como del circuito integral.
Hernández ha defendido que, tras «un año tan duro para el canal Horeca», la compañía quería «acompañar a los consumidores en la vuelta a los bares a través de una oferta diferencial, con valor añadido para el negocio y que cree valor a la categoría, aportando nuevas soluciones que redunden en beneficio de todos los actores del mercado». El lanzamiento ha comenzado con un proyecto piloto en establecimientos de Madrid, Barcelona y Bilbao.
Por otro lado, Bezoya ha presentado también un nuevo concepto para el acceso al agua mineral natural en una máquina expendedora. En este nuevo modelo único en España, el agua se sirve directamente desde la máquina, pudiendo el consumidor elegir la cantidad y el recipiente que utiliza; reduciendo, de esta manera, el uso de envases de un solo uso.
Al igual que el nuevo modelo de hostelería, la máquina vending tendrá varias cajas conectadas en batería. Así, el agua se dispensa de forma cómoda y rápida cuidando en todo momento su calidad. Una vez acabado el agua de la máquina, el reponedor solamente tendrá que sustituir la caja por una nueva y conectar el grifo dispensador al adaptador de la máquina.
Pascual considera que este nuevo modelo tiene «un gran potencial de expansión», pues las máquinas vending de agua se ubicarán en centros comerciales, estaciones de transporte público, parques temáticos, oficinas, aeropuertos o en la calle y cubrirán así «una necesidad cada vez más demandada por los consumidores, poder reutilizar sus propios envases, fomentando la Economía Circular».
Con motivo de los dos lanzamientos, la compañía ha subrayado su «posición de liderazgo en el mercado de aguas en materia de innovación, sostenibilidad y Economía Circular» y ha recordado que Bezoya dejará de utilizar plástico virgen en sus botellas este año, lo que le permitirá reutilizar 7.000 toneladas de plástico, el equivalente a unos 280 millones de botellas de agua de 1,5 litros.