Un estudio detecta una alta carga de enfermedades no transmisibles sin diagnosticar en Sudáfrica

Un programa integral de detección de enfermedades en la zona rural del norte de KwaZulu-Natal (Sudáfrica) ha detectado una elevada carga de enfermedades no transmisibles no diagnosticadas o mal controladas, según un estudio publicado en la revista The Lancet Global Health .

Los investigadores descubrieron que cuatro de cada cinco mujeres mayores de 30 años padecían una enfermedad crónica, y que la población seronegativa y las personas mayores, sobre todo las de más de 50 años, soportaban la mayor carga de enfermedades no transmisibles no diagnosticadas o mal controladas, como la diabetes y la hipertensión.

«Los datos proporcionarán indicadores críticos para saber dónde se necesitan las intervenciones más urgentes. La investigación se realizó antes de la COVID-19, pero ha puesto de manifiesto la urgencia de diagnosticar y tratar a las personas con enfermedades no transmisibles, dado que las personas con diabetes e hipertensión no controladas tienen un mayor riesgo de enfermar gravemente de COVID-19», explica la líder del estudio, la doctora Emily Wong, profesora residente del Instituto de Investigación Sanitaria de África (AHRI, por sus siglas en inglés) en Durban (Sudáfrica).

Durban se encuentra en el epicentro mundial de las infecciones de tuberculosis asociadas al VIH. Wong trabaja allí para comprender el impacto de la infección por el VIH, el virus que causa el sida, en la patogénesis, la inmunidad y la epidemiología de la tuberculosis.

En este estudio de 18 meses de duración, los trabajadores sanitarios examinaron a 17.118 personas de 15 años o más a través de campamentos móviles situados a menos de un kilómetro del domicilio de cada participante en el distrito de uMkhanyakude. Encontraron cargas elevadas y superpuestas de VIH, tuberculosis, diabetes e hipertensión entre hombres y mujeres.

Aunque los casos de VIH estaban, en su mayor parte, bien diagnosticados y tratados, algunos grupos demográficos, incluidos los hombres de 20 y 30 años, seguían teniendo altas tasas de VIH sin diagnosticar ni tratar. La mayoría de las personas con tuberculosis, diabetes o hipertensión no estaban diagnosticadas o no estaban bien controladas. La tuberculosis sigue siendo una de las principales causas de muerte en Sudáfrica, y las altas tasas de tuberculosis no diagnosticada y asintomática que encontraron los trabajadores sanitarios son preocupantes.

«Nuestros resultados sugieren que los esfuerzos masivos de los últimos 15 años para probar y tratar el VIH han funcionado muy bien para esa enfermedad. Pero en ese proceso, es posible que hayamos descuidado algunas de las otras enfermedades importantes que son altamente prevalentes», apunta Wong.

En los campamentos móviles se detectaron la diabetes, la hipertensión, el estado nutricional (obesidad y desnutrición) y el consumo de tabaco y alcohol, así como el VIH y la tuberculosis. El componente de cribado de la tuberculosis incluía radiografías digitales de tórax de alta calidad y pruebas de esputo para las personas que declaraban síntomas o tenían radiografías anormales.

La información clínica se superpuso a 20 años de datos de población procedentes de la investigación de vigilancia sanitaria y demográfica de la AHRI. Mediante un sofisticado sistema de datos y el uso de inteligencia artificial para interpretar las radiografías de tórax, el equipo clínico de la AHRI examinó la información en tiempo real y remitió a las personas al sistema de salud pública según fuera necesario.

Los investigadores descubrieron que la mitad de las personas de 15 años o más tenía al menos una enfermedad activa, y el 12 por ciento tenía dos o más enfermedades. La incidencia de la diabetes y la hipertensión arterial era del 8,5 por ciento y el 23 por ciento, respectivamente.

Asimismo, un tercio de las personas vivía con el VIH, pero la mayoría estaba bien diagnosticada y tratada. Las mujeres soportaban una carga especialmente alta de VIH, hipertensión arterial y diabetes. En cuanto a la tuberculosis, el 1,4 por ciento de las personas tenía la enfermedad activa, y el 22 por ciento la había padecido durante toda su vida. Alrededor del 80 por ciento de la tuberculosis no diagnosticada era asintomática, y los hombres presentaban mayores tasas de tuberculosis activa.

Los investigadores también identificaron varios patrones de enfermedades por ubicación geográfica: por ejemplo, la mayor carga de VIH se observó cerca de las carreteras principales, mientras que las tasas más altas de tuberculosis y enfermedades no transmisibles se observaron en zonas más remotas.

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