Bruselas y Londres logran el primer acuerdo sobre el reparto de cuotas pesqueras tras el Brexit
BRUSELAS, 2
La Comisión Europea y Reino Unido han alcanzado este miércoles un principio de acuerdo sobre el reparto durante lo que queda de 2021 de las cuotas de pesca para aquellas poblaciones cuya gestión es compartida, en el que es el primer pacto alcanzado entre ambas partes desde que Londres abandonara el bloque en enero de este año.
Bruselas y Londres llevaban varios meses negociando las posibilidades de pesca de los stocks compartidos y, ante la falta de acuerdo, las autoridades europeas y británicas habían fijado cuotas de manera unilateral para que sus flotas pudieran faenar en los caladeros afectados.
En el caso europeo, la solución temporal vigente hubiera expirado el próximo 31 de julio y en la capital europea ya se empezaba a valorar la posibilidad de aprobar una nueva prórroga unilateral que abarcara ya el conjunto del año por la falta de avances en las negociaciones.
Sin embargo, el acuerdo alcanzado este miércoles establecerá los Totales Admisibles de Capturas (TAC) definitivos acordados entre la UE y Reino Unido para lo que queda de 2021, una vez el pacto sea firmado y adoptado por los ministros de Pesca de la UE.
El consenso ha sido confirmado en una conversación telefónica entre el comisario de Medio Ambiente, Océanos y Pesca, Virginijus Sinkeviciys, y el ministro de Medio Ambiente, Alimento y Asuntos Rurales británico, George Eustice, ha informado la Comisión Europea en un comunicado.
En particular, el acuerdo fija las posibilidades de pesca para 75 poblaciones de gestión compartida para todo el año, así como para una serie de especies de profundidad, en este caso para 2021 y también para 2022.
Las poblaciones de interés para España eran el bacalao capturado en el mar Céltico y en el mar de Escocia y el besugo del Cantábrico, cuotas para las que se mantendrán las capturas permitidas en 2020.
El ministro de Agricultura, Alimentación y Pesca, Luis Planas, explicó recientemente que las demandas de España con respecto al reparto de las posibilidades de pesca ya estaban «solucionadas» y solo quedaban por cerrar aspectos técnicos relacionados con las flexibilidades que pedían las autoridades británicas.