Un equipo liderado por Izpisúa reduce a la mitad el tiempo de curación de las lesiones musculares
El equipo de investigadores dirigido por el profesor del Instituto Salk de La Jolla (California), Juan Carlos Izpisúa Belmonte, ha logrado reducir a la mitad el tiempo de curación de las lesiones musculares al regenerar el tejido muscular.
El trabajo, publicado recientemente en la revista científica Nature Communications , está promovido y financiado por la UCAM, la Fundación doctor Pedro Guillén, la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE) y la Fundación MAPFRE, y cuenta con la colaboración del Comité Olímpico Español (COE). En el estudio han participado otros investigadores como el fundador de Clínica CEMTRO, Pedro Guillén.
Acortar el tiempo de recuperación de las lesiones musculares en deportistas es un «reto histórico», pero además, esa reducción supondría un «enorme beneficio» para toda la población, en especial para las personas mayores que, tras un largo periodo de inmovilización por problemas de salud o simplemente por el paso del tiempo, sufren pérdida de masa muscular.
Los primeros avances, que se han trasladado ahora a la comunidad científica, muestran que el uso de los factores de Yamanaka aumenta la regeneración de las células musculares en ratones, activando los precursores de las células musculares. Estas proteínas llamadas así por su descubridor, por cuyo trabajo recibió el premio Nobel en 2021, son capaces de revertir una célula adulta diferenciada en una célula madre embrionaria indiferenciada.
Esta investigación proporciona información sobre los mecanismos relacionados con la regeneración y el crecimiento muscular y ayudará tanto a deportistas, como a personas mayores, a regenerar el tejido muscular de manera más efectiva.
«Nuestros estudios tienen como finalidad ayudar a pacientes a recuperar la movilidad que se pierde por enfermedad o por envejecimiento, así como la posibilidad de reducir el tiempo de recuperación en deportistas tras una lesión muscular», ha explicado Izpisúa.
Asimismo, el primer autor del estudio, Chao Wang, ha recordado que el grupo demostró anteriormente que estos factores pueden rejuvenecer las células y promover la regeneración de tejidos en animales vivos, pero no se sabía cómo se producía.
La regeneración muscular esta medida por células madre musculares, también llamadas células satélite. «En este trabajo se ha usado un modelo de ratón que permite estudiar cómo el uso de los factores de Yamanaka provoca la activación de las células madre musculares y, como consecuencia, se acelera la formación de nuevas fibras, y se acorta el tiempo de regeneración muscular a la mitad», ha añadido el investigador postdoctoral, Rubén Rabadán.
Un trabajo previo publicado por el mismo equipo investigador en 2016 en la revista Cell , ya demostró que la expresión temporal de los factores de Yamanaka (reprogramación celular) en ratones envejecidos, hacía que estos rejuvenecieran y alargaran su vida en un 30 por ciento.
«Estos resultados iniciales sirvieron de inspiración no solo a nuestro equipo sino a otros muchos investigadores, para tratar de rejuvenecer y reparar diversos tejidos que se ven afectados con el envejecimiento», ha detallado Izpisúa.
Con este trabajo, los investigadores han demostrado, por primera vez, cómo el uso de los factores de Yamanaka aceleran la regeneración muscular reduciendo la expresión de la proteína Wnt4 que hace que se activen las células satélite. Además, también se ha comprobado que se produce un aumento de los niveles de prostaglandina E2 (PGE2), esencial para una función eficaz de las células madre musculares y la regeneración muscular.
Este papel protagonista de la PGE2 también ha sido descrito recientemente por el grupo de investigación dirigido por la doctora Blau en la Universidad de Stanford (California). «Todos los músculos son, el músculo. La lesión muscular es la primera causa de baja en el deporte y el 60 por ciento sufren de reroturas. En mi larga vida profesional he atendido a centenares de deportistas, profesionales o no, y a personas con lesiones musculares sin poder acortar el tiempo de curación. Siempre hemos buscado una razón para investigar sobre la lesión muscular y sólo es imposible lo que no se intenta», ha enfatizado el doctor Guillén, uno de los autores del trabajo.
Además, Estrella Núñez, autora del trabajo, ha informado de que uso de esta técnica también sería de «gran interés» para la recuperación de la masa muscular en pacientes con movilidad reducida por diferentes motivos como COVID-19, y en el tratamiento de la atrofia muscular durante el envejecimiento (sarcopenia).
«La finalidad de nuestros estudios es tanto ayudar a pacientes a recuperar la movilidad perdida por enfermedad o por envejecimiento, como reducir el tiempo de recuperación del deportista tras una lesión muscular. Podríamos utilizar esta tecnología para reducir directamente los niveles Wnt4 en el músculo esquelético», han zanjado los doctores Izpisúa y Guillén.