ONU brinda ayuda humanitaria en RDC y Guterres lamenta pérdida de vidas por «mortal erupción» del Nyiragongo
El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, se ha mostrado «entristecido» y ha lamentado la pérdida de vidas y los daños causados por la erupción del volcán Nyiragongo en República Democrática del Congo, mientras la ONU brinda asistencia humanitaria.
Guterres ha trasladado, a través de una declaración emitida por su portavoz, Stéphane Dujarric, su «más sentido pésame a las familias de los afectados y al Gobierno y el pueblo de la República Democrática del Congo».
Asimismo, se ha mostrado preocupado por que «este desastre se produzca en un momento de mayores necesidades humanitarias en la región, alimentadas por la inseguridad y exacerbadas por la pandemia de COVID-19 y sus repercusiones sanitarias y socioeconómicas».
Y es que la erupción se produce en un momento en el que las necesidades humanitarias son ya elevadas y van en aumento en la provincia de Kivu Norte, donde se encuentra el 44 por ciento de los cinco millones de desplazados internos de República Democrática del Congo y donde 3,2 millones de personas, es decir, el 33 por ciento de la población, sufren ya una grave inseguridad alimentaria.
En este contexto, tanto Naciones Unidas como la comunidad internacional, ha señalado, trabajan para apoyar los esfuerzos del Gobierno para ayudar a los afectados por la erupción, mediante el suministro de ayuda humanitaria de emergencia.
Además, la Misión de Estabilización de Naciones Unidas en República Democrática del Congo (MONUSCO) también ha movilizado sus medios aéreos «para vigilar la situación» y está trabajando con las autoridades para garantizar que «la población se mantenga informada de todos los acontecimientos relacionados».
Dujarric ha informado de que a pesar de que las personas que huyeron tras la erupción –la mayoría hacia Sake, en Kivu del Norte, o hacia Ruanda– están volviendo, sigue habiendo actividad sísmica. A esto se suma que aproximadamente 5.000 personas han perdido sus hogares, mientras que el Gobierno ha confirmado que ya son 22 los muertos tras la erupción.
También se añade que la carretera entre Rutshuru y Goma está bloqueada, y se trata de la principal línea de suministro de alimentos a Goma, mientras que las líneas eléctricas y el suministro de agua también resultaron dañados y cortaron la electricidad y el agua para aproximadamente medio millón de personas.
Naciones Unidas, junto a la comunidad internacional, apoya «la respuesta dirigida por el Gobierno proporcionando agua, refugio, salud y reunificación familiar, así como cualquier otra prioridad que necesiten los afectados», además de movilizar suministros y apoyo adicionales, ha detallado Dujarric.