Cs condena el aterrizaje forzado por Bielorrusia y pide una «respuesta firme» de las instituciones comunitarias
El vicesecretario general de Cs y portavoz nacional, Edmundo Bal, y el eurodiputado de la formación Luis Garicano han condenado este domingo el aterrizaje forzado en Minsk de un vuelo de Ryanair, entre Atenas y Vilna, para detener a un periodista bielorruso y han pedido una respuesta «firme» por parte de las instituciones comunitarias.
«Nuestra rotunda condena al aterrizaje forzado por el régimen de Lukashenko para arrestar a un periodista», ha sostenido Bal en una publicación en su perfil en la red social Twitter.
El portavoz de la formación naranja ha advertido en la publicación que se trata de una «gravísima violación de los convenios internacionales» que, por extensión, «requiere una respuesta firme de las instituciones comunitarias y los gobiernos nacionales de la UE».
Por su parte, Garicano se ha sumado a la repulsa y ha censurado que el avión haya despegado de Minsk sin el periodista. «Esto es un secuestro internacional en un vuelo intra EU. Necesitamos las sanciones más severas posibles para el régimen de Lukashenko. Una vida humana, y toda la política exterior europea, están en juego», ha trasladado en la citada red social.
El avión ha realizado un aterrizaje de emergencia en Minsk tras una supuesta amenaza de bomba, lo que ha permitido la detención del periodista Román Protasevich, uno de los fundadores del canal de Telegram Nexta, que jugó un papel clave en la coordinación de las protestas que siguieron a la reelección del presidente bielorruso, Alexander Lukashenko, denuncia la oposición.
«Roman Protasevich ha sido detenido. Estaba en un vuelo de Ryanair de Atenas a Vilna. El avión realizó un aterrizaje de emergencia en el aeropuerto de Minsk», publicó en la red social Telegram el centro pro derechos humanos Viasna.
Ya en noviembre pasado, el Comité de Seguridad de Bielorrusia (KGB) incluyó a Protasevich y a otro fundador de Nexta, Stepan Putilo, en su lista de personas implicadas en actos terroristas.
Las elecciones presidenciales del 9 de agosto de 2020 en Bielorrusia, que otorgaron un nuevo mandato a Lukashenko, dieron origen a varios meses de protestas. Lukashenko, en el poder desde 1994, obtuvo el 80,1 por ciento de los sufragios, frente al 10,1 por ciento de la opositora Tijanovskaya, según el escrutinio oficial.
La oposición bielorrusa denunció un fraude masivo y exigió repetir los comicios, opción que Lukashenko descartó por completo. Varios países, entre ellos Estados Unidos, miembros de la Unión Europea, el Reino Unido y Ucrania, no reconocieron esos comicios. En cambio Rusia, China, varias naciones del espacio postsoviético, Cuba, Venezuela, Nicaragua y Turquía, entre otros, dieron por válidos los resultados de la votación