Asaja, COAG y UPA piden la dimisión de Teresa Ribera si no retira la orden de proteger al lobo en toda España
Las organizaciones agrarias Asaja, COAG y UPA pedirán «con carácter inmediato» la dimisión de la vicepresidenta cuarta y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, a no ser que se eche atrás en su decisión «sorprendente» de publicar este jueves el proyecto de orden ministerial que pondrá fin a la caza del lobo a más tardar el 25 de septiembre que supone «liquidar el marco de negociación abierto para buscar consenso».
Las entidades critican la decisión de incluir al lobo en el Listado de Especies Silvestres de Protección Especial (Lespre) que equipara la gestión de la especie en el conjunto de España y que supone en la práctica que el lobo ya no es considerado especie cinegética tampoco al norte del Duero.
Por ello, exigen la retirada del proyecto de orden ministerial o, de lo contrario, amenazan con movilizarse y exigir la dimisión de Ribera porque, a su juicio, «incumple de forma unilateral» lo expuesto a las organizaciones agrarias en la reunión del pasado 12 de mayo.
En ella, según Asaja, COAG y UPA, aseguran que el director de Biodiversidad del MITECO afirmó que se vincularía la aprobación de esta orden a una estrategia integral de gestión y control del lobo consensuada previamente con ganaderos y las comunidades autónomas.
Asimismo, consideran que tras este movimiento subyace la «verdadera intención» de Transición Ecológica de «primar» la expansión del lobo mientras ignora las «consecuencias» que esto supondrá para la ganadería extensiva y las zonas rurales más afectadas.
En este contexto insisten en que incluir el lobo en el LESPRE «solo puede ser el resultado o conclusión» a partir de la elaboración de una Estrategia de Conservación del lobo y una normativa que de seguridad jurídica.
Además, acusan al MITECO de «contradicción» si sigue adelante y publica la orden ministerial porque opinan que «no es posible abordar de forma efectiva una Estrategia de Conservación del lobo si no hay una visión integral de la situación.
En ese sentido, exponen que ven «necesario» que después de haber consensuado la Estrategia se adopten las «medidas necesarias» para clasificar al lobo en la categoría que sea más adecuada para su conservación pero sin menoscabar ni poner en peligro a la actividad ganadera.
En definitiva, quieren que antes de emprender acciones para la expansión y el aumento del número de lobos se analice el número actual de manadas y ejemplares que existen para después debatir las medidas más adecuadas que permitan la coexistencia del lobo con la ganadería.