Expertos presentan una herramienta que calcula la presión intraocular necesaria para frenar la evolución del glaucoma
Los expertos en oftalmología, Anders Heijl, profesor senior y consultor en el servicio de Oftalmología del Hospital Universitario Sk ne en Malmö y la Universidad de Lund, Suecia y Magnus Brandel, manager del departamento médico de Abbvie de Escandinavia, en colaboración con Allergan, AbbVie Company, han presentado la aplicación SSY Engine (Save Sight Years Engine) que complementa la experiencia clínica y respalda las decisiones que podrían disminuir la tasa de progresión del glaucoma y salvar años de visión al paciente.
El glaucoma afecta a más de un 3 por ciento de la población y es, junto con la diabetes, la principal causa evitable de ceguera en España, según datos de la Sociedad Española de Glaucoma (SEG). La pérdida de visión ocasionada por esta patología suele ser lenta, lo que facilita la aparición de adaptación cerebral compensatoria.
Tal y como detalla el doctor Francisco Javier Goñi, jefe del Servicio de Oftalmología del hospital de Mollet del Vallés y consultor de glaucoma del centro de tratamiento Integral del glaucoma – Hospital Teknon, Barcelona, «Se estima que la prevalencia del glaucoma en sujetos mayores de 40 años se sitúa en el 2%3, lo que en números redondos representa medio millón de personas, de las cuales aproximadamente la mitad lo desconoce, porque no está diagnosticada».
En la actualidad, la presión intraocular (PIO) es el único factor de riesgo que se puede tratar. «Lograr un control adecuado de la presión intraocular es la mejor forma de tratar el glaucoma. Dicho control se estima en función de la llamada presión objetivo, que representa el valor de PIO a partir del cual frenaremos de manera significativa la progresión de la enfermedad y el consiguiente riesgo de pérdida de calidad de vida», detalla el experto.
En este sentido, SSY Engine contribuye a que el profesional de la oftalmología pueda realizar un abordaje personalizado, de acuerdo con lo recomendado por las Guías de la Sociedad Europea del Glaucoma, para estimar y establecer la presión intraocular (PIO) objetivo de cada paciente usando un algoritmo basado en la evidencia de ensayos de referencia.
Este algoritmo permite calcular la presión objetivo que será necesaria para frenar la evolución del glaucoma en base a información previa del paciente. «A través de datos como la edad, pérdida de campo visual inicial y final, ritmo de progresión de la enfermedad y PIO registrada, el SSY Engine extrapola la evolución esperable y muestra de manera gráfica el escenario original con la edad que tendrá el paciente al entrar en riesgo para su calidad de vida visual y que el programa sitúa en el 50% de la capacidad del campo visual», detalla Goñi.
A su juicio, «la principal aportación de la herramienta no es solo conocer cómo evoluciona el paciente, sino como ayudarle a mejorar estableciendo un objetivo de PIO concreto». «En la práctica clínica esta herramienta permite realizar un abordaje del glaucoma más claro y, sobre todo, cuantitativo. Ahora, el oftalmólogo podrá tomar las acciones terapéuticas necesarias para reducir la PIO con un objetivo numérico claro, algo que hasta ahora no sucedía», concluye el especialista.