La empresa italiana de autopistas que ACS quiere comprar ganó 49 millones hasta marzo, un 28% menos
Su deuda roza los 9.000 millones de euros
Autostrade per l Italia (ASPI), la empresa que gestiona casi 3.000 kilómetros de autopistas italianas y que ACS quiere comprar por 10.000 millones de euros junto con otros socios, ganó 49 millones de euros en los primeros tres meses del año, un 28% menos respecto al año anterior como consecuencia de las restricciones a la movilidad.
No obstante, en febrero y marzo del año pasado, sobre todo en Italia, la crisis sanitaria ya comenzó a hacer mella en la economía, por lo que habría que comprar las cifras con el mismo periodo de 2019, en una situación anterior a la pandemia. En este caso, la caída del beneficio se amplía al 66%.
El tráfico en sus autopistas registró en estos primeros meses del año una caída del 10,6% respecto al año pasado y del 29,1% en comparación con el primer trimestre de 2019. Así, las previsiones de la compañía apuntan a un retroceso global en 2021 de entre el 10% y el 20% del tráfico respecto a los niveles anteriores al Covid-19.
Los ingresos, en su mayoría procedentes de los peajes, limitaron su caída al 1%, hasta los 722 millones de euros, aunque si se compara con los primeros tres meses de 2019 la caída asciende al 19,4%, mientras que el resultado bruto de explotación (Ebitda) descendió un 18% o un 34%, dependiendo del periodo con el que se compare.
ASPI está inmersa actualmente en un plan de modernización con el que prevé convertirse en los próximos años en un grupo enfocado a la innovación tecnológica, la digitalización y la sostenibilidad del sector de la movilidad, lo que ha supuesto un incremento del 57% de gasto de capital, que asciende a 165 millones de euros, con la vista puesta en crear 2.900 nuevos puestos de trabajo en este ámbito.
PUENTE DE GÉNOVA
La deuda del grupo ascendía a cierre de marzo a 8.916 millones de euros, un 4% más, mientras que la generación de caja se hundió durante este periodo un 80%, hasta los 47 millones de euros, como consecuencia de la salida de caja de casi 80 millones de euros para la reconstrucción del puente de Génova, que se desplomó en 2018 causando la muerte a 43 personas.
Tras este hecho, el Gobierno italiano llegó a un acuerdo con Atlantia, propietaria del 88% de ASPI, para comprar la compañía, al considerar que el puente no estaba en condiciones óptimas de mantenimiento. La venta sigue su curso y la última oferta del Ejecutivo que encabeza Mario Draghi asciende a los 9.300 millones de euros.
En este contexto, el presidente de ACS, Florentino Pérez, avanzó a principios de año su interés en incorporarse a esta transacción con el objetivo de crear un gigante de las infraestructuras en Europa, pero siempre contando con el visto bueno del Gobierno italiano. De momento, Atlantia ha trasladado que esta oferta no es muy sólida y ACS ya está en búsqueda de otras alternativas para cumplir con su plan de crecimiento.