Save the Children denuncia los ataques contra escuelas en el noroeste de Siria pese al alto el fuego
La organización no gubernamental Save the Children ha denunciado este jueves que los ataques contra escuelas en el noroeste de Siria, a pesar del alto el fuego pactado hace más de un año, y ha recalcado que se han saldado con la muerte de al menos cuatro niños y cuatro trabajadores de estos centros educativos.
Tanto la organización como Hurras Network, ONG socia de Save the Children, han confirmado nueve ataques en este periodo contra instalaciones educativas y han agregado que todas ellas han sufrido daños o han quedado destruidas, lo que ha dejado a los niños de la zona sin escolarización.
Así, Save the Children ha incidido en que, si bien esta cifra supone un descenso respecto a 2019, cuando se registraron 80 ataques de este tipo, la educación sigue estando «amenazada» por la violencia. Naciones Unidas ha cifrado en 61 el total de ataques contra centros educativos durante 2020.
«Es desgarrador ver que la infancia sigue siendo víctima del conflicto sirio y paga el precio más alto. Las escuelas deberían ser refugios seguros para los niños y niñas, no zonas de guerra», ha manifestado la directora de respuesta humanitaria de Save the Children en Siria, Sonia Khush.
«Es terrible ver que, a pesar del alto el fuego anunciado en marzo de 2020, el conflicto sigue matando a niños, niñas y sus familias en todo el país. Se trata de graves violaciones cometidas contra personas inocentes y debe ponerse fin a las mismas», ha lamentado.
En este sentido, el 35 por ciento del profesorado encuestado por Save the Children en 2020 aseguró que los ataques contra estos centros eran una de las principales razones que obligaban a los niños y niñas a dejar de acudir a clase.
«Mi escuela fue bombardeada mientras yo estaba en ella. Me sentí muy mal por mis amigos, mi profesor y mi directora. Me enfadé mucho y pensé que ya no íbamos a poder aprender nunca más», relata Sara, de diez años, en referencia al ataque contra la escuela en su ciudad natal, Maarat al Numan, en Hama.
«Cuando hay bombardeos, me escondo en el lugar más seguro y me tapo los oídos para no escuchar los ataques aéreos y sentir que no pasa nada», agrega la niña, quien actualmente se encuentra desplazada en la provincia de Idlib (noroeste).
En uno de los incidentes documentados por Save the Children y Hurras Network, varios proyectiles de artillería impactaron cerca de un centro mientras los niños estaban en el patio, lo que provocó que los profesores les llevaran al interior para intentar protegerles.
Raya, de diez años, manifiesta que una de las escuelas atacadas era a la que acudían sus hermanos. «Cuando la escuela sufrió el ataque aéreo, mi hermano mayor y mi hermana estaban dentro estudiando. La ventana del aula cayó sobre mi hermano y, gracias a Dios, a mi hermana no le pasó nada», afirma.
Por ello, Save the Children ha hecho un llamamiento a las partes en conflicto en el país árabe para que respeten el Derecho Humanitario y pongan fin a sus ataques contra escuelas y otras infraestructuras civiles, así como para que garanticen la seguridad y protección de los niños y niñas.