Los niños que consumen leches infantiles enriquecidas presentan mayor ingesta de calcio, vitamina D y Omega 3-DHA
Los niños que consumen leches infantiles enriquecidas presentan mayores ingestas de calcio, vitamina D y magnesio, nutrientes que juegan un importante papel durante la etapa de crecimiento y para la prevención de problemas óseos en etapas futuras de la vida y mayor ingesta de Omega 3-DHA un ácido graso fundamental para la formación y funcionalidad del cerebro y la retina.
Estas son las algunas de las conclusiones extraídas del Estudio Nutricional en Población Infantil ( Estudio EsNuPI ) publicadas en Nutrients , y presentadas por la coordinadora científica de la Fundación Iberoamericana de Nutrición, María José Soto, y la coordinadora de la Unidad de Nutrición Pediátrica del Complejo Hospitalario de la Universidad de Santiago de Compostela, Rosaura Leis, durante las XXV Jornadas Internacionales de Nutrición Práctica organizadas por la Sociedad Española de Dietética y Ciencias de la Alimentación (SEDCA).
«Un aumento en la variedad y diversidad de la dieta, en el enriquecimiento y/o fortificación de alimentos o el refuerzo a través del consumo de leches enriquecidas infantiles podría ser una estrategia eficaz para superar algunas deficiencias que presenta la población infantil española», ha dicho la doctora Soto.
El trabajo, la mayor y más reciente investigación sobre nutrición infantil en España de la Fundación Española de la Nutrición (FEN) y por la Fundación Iberoamericana de Nutrición (FINUT), también concluye que los niños que consumen leches infantiles enriquecidas cumplen en mayor medida las pautas dietéticas recomendadas. Así, presentan una mejor adecuación a las ingestas recomendadas de proteínas, grasas e hidratos de carbono.
DIETA ELEVADA EN GRASAS SATURADAS
Respecto al consumo de grasas, se observó que la dieta de los niños españoles es elevada en grasas saturadas y, sin embargo, deficitaria con respecto a las recomendaciones internacionales de ácidos grasos esenciales y poliinsaturados como los Omega-3, especialmente de ácido docosahexaenoico (conocido como DHA), que forma parte de las células del cerebro y de la retina y es, por tanto, esencial para el desarrollo cognitivo y visual en la infancia.
De esta manera, el estudio muestra cómo los niños consumidores de leches infantiles enriquecidas presentaron un perfil más saludable de consumo de grasas, con ingestas más cercanas a las recomendaciones de grasas totales, ácidos grasos saturados, ácidos grasos esenciales y ácidos grasos poliinsaturados y, concretamente, ingestas 4,5 veces superiores de Omega-3 DHA.
De hecho, en todos los grupos analizados por el Estudio EsNuPI, la fuente principal de DHA son los pescados y mariscos, seguido de la carne y productos cárnicos y de la leche y los productos lácteos. En cuanto a los niños consumidores de leches infantiles enriquecidas, la leche y los productos lácteos aparecen en primer lugar como fuente de omega-3 DHA, seguido de los pescados y mariscos y las carnes y productos cárnicos.
«La principal fuente de omega-3 DHA en la dieta son los pescados azules, pero en muchos casos a los padres les resulta difícil introducir estos alimentos en la dieta de los niños con la frecuencia que sería necesaria para alcanzar las ingestas diarias recomendadas. El Estudio EsNuPI muestra que utilizar alimentos fortificados y enriquecidos como los lácteos, tan presentes e importantes en la dieta de los niños, es una estrategia útil y eficaz para ayudar a alcanzar las ingestas adecuadas», ha explicado Leis.
Finalmente, durante las intervenciones de las doctoras, también se mostró cómo asegurar una ingesta adecuada de calcio, magnesio y vitamina D en los niños. Según se desprende de los resultados del estudio, los niños españoles necesitan mejorar las ingestas habituales de estos micronutrientes, que desempeñan un papel fundamental durante las etapas de crecimiento y desarrollo y para prevenir futuros problemas óseos en la edad adulta.
Los autores de la investigación observaron, además, que el consumo de leches infantiles enriquecidas puede ser útil en este sentido, pues entre los niños consumidores de este tipo de leches, se observó una mejor adecuación a las ingestas diarias recomendadas para todos estos nutrientes, y de forma muy significativa, para la vitamina D.
«La leche y los productos lácteos fueron la principal fuente dietética de todos los micronutrientes, especialmente para el calcio. Sin embargo, y a pesar de ser la principal fuente de diversos nutrientes, el consumo de leche y productos lácteos en la población infantil ha disminuido en los niños en las últimas décadas en muchos países, contribuyendo a que muchos niños no cumplan con las ingestas recomendadas para diversos nutrientes», han zanjado las doctoras.