Autoridad Palestina dice que es «muy probable» aplazar elecciones si Israel no deja votar en Jerusalén Este
El asesor principal del presidente de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abbas, ha asegurado este martes que es «muy probable» que las próximas elecciones palestinas se retrasen si Israel no permite la votación en Jerusalén Este.
Nabil Shaath, asesor de Abbas, se ha referido a la cita electoral, prevista para dentro de un mes en el caso de las parlamentarias, para señalar que «el proceso electoral se pospondrá si Israel no responde a la solicitud de la Autoridad Palestina de celebrar comicios en Jerusalén Este».
Según Shaath, en declaraciones a An Nahar , el ministro de Relaciones Exteriores de la Autoridad Palestina, Riyad al-Maliki, ha viajado hasta a Europa para presionar internacionalmente a Israel a que responda a la solicitud.
Israel, por su parte, todavía no se ha pronunciado sobre si permitirá que se celebren las elecciones en la parte oriental de la ciudad, mientras que desde Palestina recalcan que, de no celebrarse en Jerusalén, no se podrían llevar a cabo los comicios.
No obstante, Israel ha prohibido, durante el fin de semana, una rueda de prensa de candidatos a las elecciones al Parlamento palestino convocado en Jerusalén Este, mientras que la ONU ha pedido que se garantice que los residentes de esta parte de la ciudad puedan acudir a votar.
La Comisión Electoral Palestina, a pesar de la falta de respuesta de Israel, ha asegurado que los 150.000 residentes de Jerusalén del Este podrán votar, independientemente de la decisión final de Israel.
Este posible retraso de las elecciones ha sido criticado por la oposición, que ha acusado a Abbas de tratar de retrasarlas debido a los bajos índices de popularidad y una posible derrota que han adelantado las encuestas.
Los Territorios Palestinos Ocupados se preparan para la celebración de las primeras elecciones desde 2006, incluidas las parlamentarias –el 22 de mayo–, presidenciales –el 31 de julio– y al Consejo Nacional Palestino –el 31 de agosto–.
Las elecciones de 2006 y la victoria de Hamás en las urnas provocaron que la comunidad internacional cortara sus ayudas a las autoridades palestinas, lo que abocó a ambas facciones a unos enfrentamientos que finalizaron con la separación administrativa de los Territorios Ocupados Palestinos.
Desde entonces, Al Fatá controla Cisjordania –a pesar de no haberse hecho con la victoria en las elecciones– y Hamás está al frente de la Franja de Gaza.