EEUU avisa a Rusia que habrá «consecuencias» si Navalni muere en la cárcel
El asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, ha avisado este domingo a las autoridades rusas de que se expondrán a «consecuencias» si el líder opositor Alexei Navalni muere durante la huelga de hambre que declaró hace casi tres semanas para protestar por las condiciones de su encarcelamiento.
«Nos hemos puesto en contacto con el Gobierno ruso y les hemos avisado de que serán hechos responsables ante la comunidad internacional», ha declarado Sullivan a la cadena CNN.
«Estamos examinando un espectro de respuestas que podríamos efectuar, y desde luego que no voy a telegrafiarlas en público en este momento, pero les hemos hecho saber que habrá consecuencias si el señor Navalni muere», ha añadido.
De momento, el círculo de aliados de Navalni, en prisión desde enero, han anunciado la convocatoria de nuevas protestas para el próximo miércoles en diversas ciudades de todo el país ante el precario estado de salud del disidente. «Hay circunstancias que nos obligan a actuar rápidamente para evitar un daño irreparable», advierten.
Este mismo sábado, sus asesores han informado de un empeoramiento de la salud de Navalni y de que temen por su vida. La directora de los médicos aliados de Navalni, Anastasia Vasilieva, ha publicado una copia de los resultados de sus análisis de sangre que mostraban lo que, según ella, eran niveles «críticos». «Esto significa que hay un fallo renal que puede llevar en cualquier momento a una grave alteración de su ritmo cardíaco», ha dicho en su Twitter.
Frente a esto, la portavoz de Navalni, Kira Yarmysh, ha mostrado en una publicación de Facebook su preocupación. «Alexei se está muriendo ahora. Dado su estado, es cuestión de días», ha dicho.
Navalni fue detenido el 18 de enero a su llegada al aeropuerto de Moscú por incumplir la libertad condicional tras pasar meses en Alemania recuperándose de un envenenamiento –del que el destacado opositor culpa directamente al presidente del país, Vladimir Putin–, a lo que ha sucedido la represión de protestas a su favor y la detención de miles de manifestantes.
El líder opositor se declaró en huelga de hambre a finales de marzo, para denunciar su estado y reclamar la visita de un médico. Desde entonces, sus aliados han alertado de que su situación ha empeorado, hasta el punto de que sufriría parálisis parciales.