ACNUR y ONG denuncian el colapso de la ayuda en el estado nigeriano de Borno por los ataques de Boko Haram
Tres asaltos del grupo yihadista en menos de una semana ponen en fuga a 65.000 personas y provocan la suspensión de actividades humanitarias
La agencia de Naciones Unidas para los Refugiados, ACNUR, ha denunciado este viernes que más de 65.000 residentes del noreste de Nigeria se han visto obligadas a abandonar sus hogares en los últimos días tras una nueva ola de ataques del grupo yihadista Boko Haram en la localidad de Damasak, estado de Borno, y que han provocado el colapso total del sistema de ayuda humanitaria.
La zona ha sido escenario de tres ataques en una semana que han dejado al menos ocho muertos, una decena de heridos y casas incendiadas por doquier. La presión de la violencia ha obligado a huir a ocho de cada diez residentes, mientras que las organizaciones humanitarias, ACNUR entre ellas, han denunciado saqueos y ataques directos contra sus instalaciones.
El portavoz de ACNUR, Babar Baloch, ha indicado que los desplazados están recorriendo varias rutas de huida, como la que lleva a la capital del estado, Maiduguri. También se están dirigiendo hacia Geidam, en el vecino estado de Yobe, mientras que algunos se están arriesgando a cruzar la frontera de Níger con destino a la región de Diffa.
El portavoz ha indicado que los altos niveles de inseguridad están impidiendo la llegada de ayuda humanitaria. Como ejemplo, los empleados de ACNUR en Damasak han tenido ser que evacuados a otras partes del estado.
El Consejo Noruego para los Refugiados (NRC, por sus siglas en inglés), se ha sumado a estas críticas. Como una de las organizaciones afectadas por los ataques –junto a Acción contra el Hambre–, El NRC ha denunciado los «niveles de destrucción sin precedentes» de estos ataques, dirigidos incluso contra los domicilios particulares de los cooperantes.
«Aunque las organizaciones humanitarias en el noreste de Nigeria se han enfrentado a continuas amenazas y ataques durante años, el empeoramiento de la situación de seguridad ha llegado a su punto culminante», ha lamentado el director general de Acción contra el Hambre, Jean-François Riffaud.
Ambas ONG ha pedido así al Gobierno nigeriano y a los donantes internacionales que incrementen sus esfuerzos para garantizar que los trabajadores humanitarios puedan llegar de manera segura a todas las personas necesitadas en el noreste de Nigeria.
«Un gran número de niños, mujeres y hombres vulnerables no tendrán ayuda ni protección, a menos que el gobierno nigeriano y los donantes internacionales hagan más para ayudarnos a permanecer y cumplir», ha declarado en este sentido el secretario general del Consejo Noruego para los Refugiados, Jan Egeland.
Alrededor de 8,7 millones de personas en el noreste de Nigeria necesitan urgentemente asistencia humanitaria debido a diez años de conflicto. Actualmente, más de un millón de estas personas no reciben asistencia y no tienen acceso a servicios sociales básicos porque los trabajadores humanitarios carecen de acceso seguro a las áreas donde se encuentran.