Un estudio del CNIO ayuda a identificar un nuevo gen candidato de predisposición al cáncer de mama

La Unidad Clínica de Cáncer Familiar del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) acaba de confirmar la identificación de un nuevo gen candidato, que aumentaría el riesgo de padecer cáncer de mama en 2,5 veces respecto la población general.

El cáncer de mama es el cáncer más frecuente y la segunda causa de muerte en mujeres de todo el mundo. Entre un 10 y un 15 por ciento de los casos muestran agregación familiar, es decir se dan en varios miembros de una familia. Se habla entonces de cáncer familiar, y cuando en estos casos se identifica el posible gen causante, se considera un cáncer hereditario.

Pero a día de hoy esto solo ocurre en la mitad de los casos de cáncer familiar. Es decir, en el 50 por ciento de casos de cáncer de mama con agregación familiar se desconoce la causa genética. Identificar los genes que predisponen al cáncer de mama es importante para mejorar la prevención, el tratamiento y el seguimiento, tanto de los pacientes como de sus familiares.

Si se identifica una alteración genética en una mujer, sus familiares, tanto progenitores como descendientes, tiene un riesgo del 50 por ciento de tener y poder transmitir esa alteración a su descendencia. «Es primordial en esos casos realizar el test genético para conocer qué familiares están en riesgo, para poder entrar en un adecuado programa de seguimiento», afirma María Currás, jefa de la Unidad Clínica de Cáncer Familiar del CNIO.

MEJORES TEST GENÉTICOS PARA PREVENCIÓN

Por ejemplo, si en una familia con un caso de cáncer de mama en edad joven o varios casos de cáncer de mama se identifica el gen implicado, los familiares (mujeres y hombres) podrán conocer su riesgo de desarrollar la enfermedad y de poderla transmitir a sus descendientes. También podrán entrar en un programa de seguimiento para la detección precoz tanto del tumor de mama, como de los posibles tumores asociados a las alteraciones en los diferentes genes, como el cáncer de ovario en los casos de mutaciones en los genes BRCA.

Hoy en día el estudio genético forma parte de la práctica médica habitual en el estudio diagnóstico inicial de la mayoría de tumores. Los investigadores aseguran que tanto pacientes como sus familiares podrán beneficiarse de conocer los genes y las vías moleculares implicadas para un seguimiento y tratamiento adecuado. «Cuanto mejor sea el conocimiento en este terreno, más preciso y personalizado será el manejo de los pacientes», señala Currás.

Se conocen ya nueve genes implicados claramente en el cáncer de mama hereditario. Los primeros, hallados en los años noventa, fueron BRCA1 y BRCA2, y son lo que confieren el mayor riesgo de desarrollar cáncer de mama y ovario 70% a los 70 años. Por ese motivo, en la práctica médica se plantean cirugías preventivas en los familiares que han heredado la alteración del gen, pero no han desarrollado el cáncer.

El resto de genes conocidos son de moderado-alto riesgo de desarrollo de cáncer de mama (17-30%), pero es importante recalcar que pueden ir asociados a riesgo de presentar tumores en otros órganos. En la mitad de los casos de cáncer de mama familiar aún no se ha identificado la causa genética. Esto es, porque probablemente el riesgo de desarrollar cáncer es más bajo, son genes de bajo riesgo. Gran parte de la investigación actual se orienta en descifrar estos genes.

El estudio que acaba de publicar la revista Cancers , liderado por Ana Osorio, se basa en datos de casi 2.000 pacientes procedentes de la Unidad Clínica de Cáncer Familiar del CNIO, la red de Hospitales de Castilla la Mancha, el Hospital Clínico San Carlos de Madrid y la Universidad de Valladolid.

En lo que va de año, el número de consultas que ha atendido la Unidad Clínica de Cáncer Familiar del CNIO ha aumentado un 70%. Se han visto cerca de 650 pacientes en los 9 meses de 2022 (400 en todo el 2021). El 20% de estos casos están relacionados con familiares de pacientes con una mutación identificada, segundas opiniones o casos complicados en los que hay dudas acerca del diagnóstico genético, tanto de Madrid como de fuera de la Comunidad de Madrid.

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Un estudio del CNIO ayuda a identificar un nuevo gen candidato de predisposición al cáncer de mama

La Unidad Clínica de Cáncer Familiar del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) acaba de confirmar la identificación de un nuevo gen candidato, que aumentaría el riesgo de padecer cáncer de mama en 2,5 veces respecto la población general.

El cáncer de mama es el cáncer más frecuente y la segunda causa de muerte en mujeres de todo el mundo. Entre un 10 y un 15 por ciento de los casos muestran agregación familiar, es decir se dan en varios miembros de una familia. Se habla entonces de cáncer familiar, y cuando en estos casos se identifica el posible gen causante, se considera un cáncer hereditario.

Pero a día de hoy esto solo ocurre en la mitad de los casos de cáncer familiar. Es decir, en el 50 por ciento de casos de cáncer de mama con agregación familiar se desconoce la causa genética. Identificar los genes que predisponen al cáncer de mama es importante para mejorar la prevención, el tratamiento y el seguimiento, tanto de los pacientes como de sus familiares.

Si se identifica una alteración genética en una mujer, sus familiares, tanto progenitores como descendientes, tiene un riesgo del 50 por ciento de tener y poder transmitir esa alteración a su descendencia. «Es primordial en esos casos realizar el test genético para conocer qué familiares están en riesgo, para poder entrar en un adecuado programa de seguimiento», afirma María Currás, jefa de la Unidad Clínica de Cáncer Familiar del CNIO.

MEJORES TEST GENÉTICOS PARA PREVENCIÓN

Por ejemplo, si en una familia con un caso de cáncer de mama en edad joven o varios casos de cáncer de mama se identifica el gen implicado, los familiares (mujeres y hombres) podrán conocer su riesgo de desarrollar la enfermedad y de poderla transmitir a sus descendientes. También podrán entrar en un programa de seguimiento para la detección precoz tanto del tumor de mama, como de los posibles tumores asociados a las alteraciones en los diferentes genes, como el cáncer de ovario en los casos de mutaciones en los genes BRCA.

Hoy en día el estudio genético forma parte de la práctica médica habitual en el estudio diagnóstico inicial de la mayoría de tumores. Los investigadores aseguran que tanto pacientes como sus familiares podrán beneficiarse de conocer los genes y las vías moleculares implicadas para un seguimiento y tratamiento adecuado. «Cuanto mejor sea el conocimiento en este terreno, más preciso y personalizado será el manejo de los pacientes», señala Currás.

Se conocen ya nueve genes implicados claramente en el cáncer de mama hereditario. Los primeros, hallados en los años noventa, fueron BRCA1 y BRCA2, y son lo que confieren el mayor riesgo de desarrollar cáncer de mama y ovario 70% a los 70 años. Por ese motivo, en la práctica médica se plantean cirugías preventivas en los familiares que han heredado la alteración del gen, pero no han desarrollado el cáncer.

El resto de genes conocidos son de moderado-alto riesgo de desarrollo de cáncer de mama (17-30%), pero es importante recalcar que pueden ir asociados a riesgo de presentar tumores en otros órganos. En la mitad de los casos de cáncer de mama familiar aún no se ha identificado la causa genética. Esto es, porque probablemente el riesgo de desarrollar cáncer es más bajo, son genes de bajo riesgo. Gran parte de la investigación actual se orienta en descifrar estos genes.

El estudio que acaba de publicar la revista Cancers , liderado por Ana Osorio, se basa en datos de casi 2.000 pacientes procedentes de la Unidad Clínica de Cáncer Familiar del CNIO, la red de Hospitales de Castilla la Mancha, el Hospital Clínico San Carlos de Madrid y la Universidad de Valladolid.

En lo que va de año, el número de consultas que ha atendido la Unidad Clínica de Cáncer Familiar del CNIO ha aumentado un 70%. Se han visto cerca de 650 pacientes en los 9 meses de 2022 (400 en todo el 2021). El 20% de estos casos están relacionados con familiares de pacientes con una mutación identificada, segundas opiniones o casos complicados en los que hay dudas acerca del diagnóstico genético, tanto de Madrid como de fuera de la Comunidad de Madrid.

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