Sánchez apela a la Cataluña que «no se resigna a sentirse extranjera en su propia tierra»

Acusa al PP de no tener remedio: primero la caja b y ahora campaña en b

VILADECANS (BARCELONA), 30

El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, ha apelado este miércoles en su tercera visita a la provincia de Barcelona en esta precampaña a esa Cataluña «que no se resigna a sentirse extranjera en su propia tierra» y a la que relegan y abandonan las instituciones catalanas dominadas por los independentistas.

En un mitin en el edificio CUBIC de Viladecans ante unas 1.500 personas, Sánchez ha arremetido con dureza contra el PP, al que ha acusado de poner en marcha una campaña de desinformación y noticias falsas al estilo de Donald Trump dirigida a desmovilizar a los votantes de izquierdas. Este hecho, que ha aparecido en medios de comunicación, demuestra, según Sánchez, que el PP «no tiene remedio». «Menos mal que venía a regenerar el PP Casado, primero caja b y ahora campaña en b», ha ironizado.

«Que le quede bien claro al PP (…) Os pregunto, ¿vamos a votar sí o no?», ha preguntado a su auditorio antes de contestarse a sí mismo: «Vamos a votar progresista, por un Gobierno fuerte y por el PSOE», ha proclamado entre gritos de presidente, presidente del público.

Sánchez ha advertido a los populares de que como pierdan un solo diputado en Cataluña, no tendrán ningún representante en el Congreso por este territorio y ha remarcado que la debilidad de este partido en Cataluña le impide poder ofrecer un proyecto para toda España, a diferencia del PSOE, que cuenta con una notable presencia en todas las Comunidades Autónomas.

Al independentismo, Sánchez le ha avisado de que ha cometido un «error muy importante, subestimar la fortaleza de la democracia española» y ha garantizado a los catalanes contrarios a la secesión que «en esta época tan oscura» los socialistas no van a cejar «ni perder la esperanza» de superar la actual «crisis de convivencia» que atraviesa Cataluña. «Por vosotros, vuestros hijos y los hijos de vuestros hijos», ha prometido.

Como viene haciendo desde los disturbios violentos en Cataluña, Sánchez ha precisado que lo ocurrido no son enfrentamientos entre manifestantes y las fuerzas de seguridad como sostiene el president de la Generalitat, Quim Torra, sino «un ataque de los violentos a la sociedad catalana», y quienes se han puesto en medio para defender a los catalanes han sido precisamente las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.

Sánchez ha reivindicado la «templanza» que ha aplicado su Gobierno en la gestión de las protestas callejeras frente al «concurso» iniciado por las tres derechas para ver quién planteaba la respuesta más dura. A PP y Ciudadanos, les ha acusado de deslealtad, por comprometer su apoyo al Gobierno en las entrevistas que mantuvieron en La Moncloa tras los disturbios y empezar a criticar al Ejecutivo nada más salieron por la puerta de su despacho.

El líder socialista ha subrayado que «menos mal» que es el PSOE quien está al frente del Gobierno para gestionar esta situación porque con Mariano Rajoy en La Moncloa el número de independentistas se triplicó.

Sánchez ha establecido también un paralelismo entre la ultraderecha de Vox y los independentistas, en el sentido de que los primeros piensan que «sólo existe una España», cuando tiene «muchas sensibilidades» y los segundos hablan en exclusiva de una Cataluña independentista, cuando «hay muchas Cataluñas».

El presidente ha terminado su intervención poniendo en valor la manera digna con la que su Gobierno ha exhumado a Franco del Valle de los Caídos y apelando a la movilización el próximo 10 de noviembre porque sólo si se supera el actual bloqueo político y se permite la formación de un Gobierno liderado por la única formación capaz de ello, el PSOE, España podrá afrontar los desafíos que tiene por delante.