Ingenieros industriales reivindican que su actividad «no puede quedar al arbitrio de libre competencia»

La asociación profesional inicia la celebración del centenario de su creación, que se conmemorará a lo largo de 2018

La Asociación de Ingenieros Industriales de Cantabria Julio Soler cumple este 2018 cien años de su creación, «mucho tiempo» para una agrupación vinculada a una actividad no reglada. «Cuesta encontrarse con instituciones vetustas», ha admitido su presidente, Martín Vega, durante el acto de inauguración del centenario de su fundación.

Aprovechando el cumpleaños, el portavoz de los ingenieros industriales ha recordado que su labor está muy ligada al concepto de seguridad, no solo en el ámbito específico de la producción, sino en términos generales, motivo por el cual su actividad -ha dicho- debería estar regulada, ya que tiene consecuencias sobre la sociedad (instalaciones que nos rodean, usuarios de las mismas, etc).

«No puede quedar al arbitrio de la libre competencia», ha considerado Vega en declaraciones a Europa Press previas al inicio del acto, que ha contado con la presencia del presidente de la Federación de Asociaciones de Ingenieros Industriales de España (FAIIE), Luis Manuel Tomás Balibrea.

Al arranque de la conmemoración del centenario, que lleva por lema 100 años al servicio de la Ingeniería y la sociedad , también han asistido el vicepresidente de la asociación, José Antonio Muñoz; el director general de Industria del Gobierno de Cantabria, Raúl Pelayo; la presidenta del Parlamento regional, Dolores Gorostiaga; el presidente de la Cámara de Comercio, Modesto Piñeiro; la concejala de Economía, Hacienda, Empleo y Desarrollo Empresarial de Santander, Ana González-Pescador, además de miembros del comité de honor de la agrupación, que surgió como tal en 1918 en la capital cántabra, para convertirse después en la asociación que es en la actualidad.

En 1950 promovió la creación del Colegio Oficial de Ingenieros Industriales de Cantabria, entidades compuestas por los mismos afiliados y que colaboran entre sí, un total de 555, frente a la veintena con los que nació la asociación.

Los fines de la misma son fomentar y estimular los lazos de unión de compañerismo entre todos los ingenieros industriales en general y entre sus integrantes en particular. También promueven la imagen de la Ingeniería Industrial ante la sociedad y velan por el prestigio e intereses generales de esta profesión, así como con los de la sociedad en relación con la ingeniería y con el medio ambiente.

Finalmente, el colectivo se encarga de impulsar el interés general de la sociedad en temas relacionados con la industria, el fomento de la investigación y el desarrollo tecnológico, de la economía social, de la defensa del medio ambiente, de los consumidores y usuarios de productos industriales, entre otros objetivos y fines.

Para celebrar la efeméride, se han previsto actividades diversas a lo largo de todo el año, de carácter social, cultural, técnico «para llegar a todo el mundo», subrayó Vega. Asimismo se editará un libro conmemorativo, «diferente, vivo y curioso», que recogerá anécdotas y situaciones, así como visitas a Centros de Interpretación de la Industria, como el de Los Corrales, además de una muestra de patrimonio arqueológico con piezas de la propia Asociación, que se han recopilado a lo largo de estos cien años.

MEDALLA DE ORO DEL PARLAMENTO Y NOMBRE DE CALLE O PLAZA EN SANTANDER

El presidente de FAIIE dedicó su intervención, seguida por un nutrido grupo de autoridades, asociados, colaboradores, y empresas, como Ferroatlánatica, Birla Carbon Spain, Solvay o el Grupo Tirso, a felicitar a sus «compañeros, amigos y colaboradores» por su trabajo durante estos cien años de existencia de la asociación cántabra, que «ha pasado de ser una entidad con actividad limitada, como pasa en muchas partes de España, a constituir una realidad institucional, dinámica, plenamente operativa y volcada en el progreso de la ingeniería, siendo la organización profesional más antigua de Cantabria».

Balibrea aprovechó la presencia de autoridades para solicitar a Gorostiaga la concesión de la Medalla de Oro del Parlamento de Cantabria, y a la concejal de Economía y segunda teniente de alcalde del Ayuntamiento de Santander denominar «Ingenieros Industriales» a alguna calle o plaza de la ciudad.

La jefa del Legislativo tomó nota de petición y felicitó a este colectivo por cien años de «una profesión de gran prestigio en la región. Desde su cargo les emplazó «a ayudar a las instituciones a resolver los grandes retos que se les plantea» en materias como la empleabilidad, el fomento de la investigación o la preservación del medio ambiente, entre otros.

El director general de Industria del Gobierno de Cantabria se sumó a las feliciltaciones de sus compañeros de profesión, animándoles a continuar «en esta misma senda, a pesar de los cambios que hay en la actualidad».

Pelayo resaltó que la industria de Cantabria «se está adaptando y está creciendo», tras lo cual se mostró «optimista». Entre otras cuestiones, citó el Plan de Acción, puesto en marcha en 2015, y se refirió al dato del PIB de la Industria en Cantabria, que está situado en 20%, por encima de la media española, que es del 15%.