Gobierno y sus socios presupuestarios rechazan imponer comparecencias cada mes sobre la ejecución de los PGE
El PSOE, Unidas Podemos, el PNV y el PDeCAT han rechazado este martes en el Pleno del Congreso la propuesta del PP y Vox de imponer comparecencias del Gobierno sobre la ejecución de los fondos europeos, los avales del ICO y cualquier desviación en el déficit y en la deuda respecto a la presupuestada.
Esta era una de las propuestas que, a partir de una moción defendida del PP, ambas formaciones han pactado en una enmienda transaccional y que, previsiblemente, el Congreso rechazará este jueves. La moción pactada también reclama al Gobierno la presentación de un plan de reequilibrio de las cuentas a medio y largo plazo.
En su defensa de la moción, el popular Miguel Ángel Castellón ha pedido no seguir «embriagados» con los fondos europeos y disfrutar su reparto «como la Noche de Reyes», sino acometer reformas estructurales y asegurar una «gestión eficaz y eficiente» de estos recursos.
Así, ha pedido «no dilatar» el plan de reequilibrio, pues considera que «la resaca que se avecina será grande». «Sólo la vamos a poder parar con determinación y la combinación de crecimiento y rigor fiscal. Y terminar con la fiesta de excesos gubernamentales porque no vamos a tener aliento para superar la cuesta de enero», ha concluido.
Inés Cañizares, de Vox, ha ironizado diciendo que el Gobierno no piensa presentar plan hasta estar «absolutamente hundidos en la miseria» y ha reclamado las explicaciones del Gobierno para detallar un programa concreto de proyectos, dónde invertir el dinero de los fondos y un plan de reducción de la deuda. «Para que nuestros hijos puedan dormir tranquilos. Hoy los únicos que lo hacen son Pedro Sánchez y Pablo Iglesias», ha dicho.
«Están ustedes para hablar de resacas», ha replicado Pedro Casares, del PSOE, que ha criticado que «hoy no es tiempo de recortes ni de elaborar un plan de reequilibrio». Así, ha reivindicado que el Gobierno está «comprometido» con la sostenibilidad fiscal, «pero lo primero es salvar a las familias y al tejido productivo».
Txema Guijarro, de Unidas Podemos, ha recordado que otros gobiernos europeos han rebasado también las previsiones de sus bancos centrales o supervisores fiscales y ha encuadrado la iniciativa como un «intento de rescatar una ideología en franca decadencia que en una vocación de arrimar el hombro», pues cree «extemporáneo» presentar ahora un plan de consolidación: «No sabemos quién y cuánto», ha dicho.
La portavoz económica del PNV, Idoia Sagastizabal, cree que para rendir cuentas existen «mecanismos más que suficientes», mientras que su homóloga en Cs, María Muñoz, sí que ha exigido al Gobierno una revisión y una auditoría de gasto, así como comparecencias para aclarar cuándo se alcanzará un escenario de sostenibilidad económica.
Ferrán Bel, del PDeCAT, ha ironizado que la aportación de Vox introduzca «más realismo» al eliminar el plazo de dos meses para presentar el plan, pero ha recordado que la situación es «tan compleja o más que en 2012», que entonces se requirieron recortes y subidas de impuestos, y que por tanto, una vez acabe «la parte más agria de la crisis, la sanitaria», habrá que trabajar en «un escenario a medio y largo plazo realista en todos los sentidos».