La Asamblea contra el fracking de Cantabria suspende su actividad al desaparecer esta «amenaza»

La Asamblea contra la Fractura Hidráulica de Cantabria ha decidido suspender su actividad al desaparecer la «amenaza» de francking en la comunidad autónoma, aunque advierte de que volvería a actuar si se retomase cualquier actividad relativa a esta práctica.

En nota de prensa, el colectivo señala que las cuencas que un día estuvieron afectadas por permisos de fracking , desde el Saja hasta el Agüera, se hallan ya libres de «esta amenaza».

Según dice, la desaparición de estos permisos de investigación se debe, por un lado, a las fluctuaciones del mercado, pero sin «restar importancia» al trabajo y movilización de una «enorme parte» de la población cántabra que lo ha hecho posible.

Por ello, en su despedida pública, la asamblea quiere dar «un merecidísimo reconocimiento a tantísimas personas que han hecho posible lograr estos objetivos».

No obstante, precisa que en los valles del sur de Cantabria «la amenaza no está definitivamente zanjada», ya que el permiso de fracking que los afecta «está solo suspendido», una figura administrativa que, según advierte, permitiría a la empresa retomar los trabajos cuando estimase oportuno, sin tener que reiniciar trámites.

«Una especie de prórroga indefinida para la empresa concesionaria Naturgy, anteriormente Gas Natural Fenosa», recalca la Asamblea.

Para el colectivo, «argumentos sobran» para anular definitivamente este Permiso de Investigación Bezana-Bigüenzo. «Tramitar su definitiva desaparición corresponde ahora a quienes ocupan escaños. Pueden demostrar así, ahora, lo que han venido pregonando durante años», recalca.

En este contexto, tras «un prudente año de espera», la actividad de la Asamblea Contra la Fractura Hidráulica queda suspendida, aunque «con la certeza de que, si se reiniciara cualquier actividad relativa al fracking , las gentes de Cantabria lo volveríamos a impedir», avisa.

La Asamblea mantiene, no obstante, abierta su web(fracturahidraulicano.info) como «reconocimiento y memoria» del trabajo realizado y, además, por «la cantidad de contenidos que pueden resultar aún útiles en otros lugares», señala.

Por último, el colectivo reconoce que se despide «con buen sabor de boca», por los objetivos alcanzados y, sobre todo, «por el empuje de tantísimas personas que lo han hecho posible».