El fármaco contra el cáncer de próstata enzalutamida no es eficaz frente a la COVID-19, según un estudio

La enzalutamida, un medicamento que bloquea la testosterona y que se utiliza contra ciertos tipos de cáncer de próstata no es efectivo contra la COVID-19, según un estudio clínico y estudios de registro realizados por investigadores de la Universidad de Umea y la Universidad de Gotemburgo (Suecia), que no han podido confirmar los resultados positivos de investigaciones anteriores.

«Es decepcionante, por supuesto, que no hayamos sido capaces de encontrar una forma de reducir la morbilidad en la COVID-19, y que los resultados no se ajusten a la teoría como esperábamos. Pero al mismo tiempo, demuestra lo importante que son los estudios reales antes de saber que algo funciona», afirma Karin Welén, profesora asociada de la Academia Sahlgrenska de la Universidad de Gotemburgo.

El fármaco estudiado, la enzalutamida, inhibe la función de la hormona testosterona, que a su vez controla la expresión de determinadas proteínas. De este modo, el fármaco puede frenar la progresión de ciertos tipos de cáncer de próstata.

Dado que una proteína necesaria para que el coronavirus penetre en las células se controla de la misma manera, una de las hipótesis era que el fármaco también podría ralentizar, o detener, la aparición de la enfermedad en las personas infectadas con COVID-19.

Estudios más pequeños entre pacientes que tomaron medicamentos similares al principio de la pandemia también parecían apoyar la hipótesis. Por eso, en el verano de 2020, los investigadores de Umea y Gotemburgo pusieron en marcha el proyecto Covidenza .

El estudio se realizó en cinco hospitales de Suecia. Participaron un total de 42 pacientes ingresados para el tratamiento de la COVID-19: 30 fueron tratados con enzalutamida, mientras que los 12 restantes constituyeron el grupo de control.

Sin embargo, no hubo signos perceptibles de que el fármaco tuviera ningún efecto beneficioso sobre el estado de salud de los participantes, por lo que el estudio se interrumpió por recomendación de su comité de revisión independiente.

En un estudio paralelo de registros médicos nacionales, los investigadores compararon la evolución de la COVID-19 en hombres tratados con inhibición de la testosterona para el cáncer de próstata con los que no recibieron este tipo de tratamiento. En este caso tampoco se observó ningún efecto beneficioso de los fármacos inhibidores de la testosterona.

Tampoco se observó ninguna inhibición del virus en otro estudio paralelo, en el que se examinó el efecto de la enzalutamida en un modelo de cultivo celular con células pulmonares humanas. En el estudio clínico, por el contrario, los investigadores observaron la necesidad de un periodo de cuidado más largo en el grupo tratado, es decir, en los que recibieron el fármaco. En cambio, esto no se observó en el estudio de registro.

«Es importante señalar que no observamos una mortalidad elevada que relacionemos con el fármaco en sí en ninguno de los estudios, por lo que no hay motivo de preocupación por la posibilidad de contraer un COVID-19 más grave si se toma un fármaco supresor de la testosterona para el cáncer de próstata», afirma otro de los responsables de la investigación, Andreas Josefsson, urólogo e investigador de la Universidad de Umea.

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