EH Bildu afirma que la Constitución no puede ser «dique de contención a las aspiraciones de los vascos como pueblo»
BILBAO, 6
El diputado de EH Bildu Oskar Matute ha asegurado que la Constitución española no puede ser «dique de contención a las aspiraciones de los vascos como pueblo» y ha propuesto «empezar a hablar» para resolver el problema del «encaje territorial de las naciones del Estado».
En una entrevista a Radio Euskadi, recogida por Europa Press, Matute se ha mostrado convencido de que esta jornada, Día de la Constitución, no tiene «una especial incidencia en la vida y el significado de mucha parte de la población vasca».
En este sentido, ha asegurado que su formación aspira a que la Constitución española «no sea un muro infranqueable para los deseos y las aspiraciones de la sociedad vasca». «Aquellos que decida la sociedad vasca de forma mayoritaria, desde el respeto a las minorías y buscando fórmulas que nos permitan desarrollar todo nuestro potencial como pueblo, como nación», ha aclarado.
Según ha añadido, es esa voluntad la que EH Bildu «debe ser capaz de llevar hacia adelante, bien sea reinterpretando los textos actuales, como la Constitución, o bien planteando que la Constitución española no puede verse a sí misma únicamente como un dique de contención a las aspiraciones legítimas que pueda tener cualquier pueblo, sea el vasco, el catalán, el gallego o cualquier otro».
Con ese objetivo, «lo primero es empezar a hablar, porque lo que no es una fórmula de desbloqueo, es negar la posibilidad siquiera de que se aborden los problemas. No conozco problema que se resuelva por sí solo, casi por combustión instantánea, sino que los problemas hay que afrontarlos y es evidente que hay un problema que tiene que ver con el encaje territorial de las diferentes naciones que actualmente integran el estado español», ha insistido.
Para Oskar Matute, «este es un problema que no es nuevo» y que surge ahora «fruto de la coyuntura o de un inesperado sentimiento nacional» sino que «tiene que ver mucho con cómo se construyó el Estado español, con cómo se hizo esa transición de una dictadura a una democracia y que, bueno, pues no ha encontrado en todos estos años que llevamos ya, desde la llamada transición y desde 1978, un desarrollo más allá de la configuración del Estado autonómico».
A juicio del diputado de la coalición soberanista, ese Estado «pese a conceder grados de autogobierno a determinadas realidades, no responde a la máxima fundamental», que supone que «el pueblo vasco, el catalán, el gallego u otros, son soberanos a la hora de poder tomar decisiones y de emprender los rumbos y caminos que de forma mayoritaria y democrática deciden».
«Yo creo que es ahí donde tenemos que emplearnos a fondo, porque además no creo que potenciar esos marcos decisorios dentro de nuestra comunidad, dentro de nuestro país, signifiquen ni una merma en las posibilidades de desarrollo de ningún otro pueblo, ni tampoco un golpe o un revés al sistema democrático, más bien al contrario, lo refuerza porque lo potencia desde la adhesión a la voluntad mayoritaria de los ciudadanos y ciudadanas», ha concluido.
