FAES replica a Sánchez que los indultos de Aznar, que incluían insumisos o condenados de Filesa, «no ponían presidentes»

La fundación dice que también «falla» la invocación a González y Suárez que hace Sánchez para justificar sus cambios de opinión

La fundación para el Análisis y los Estudios Sociales (FAES) ha respondido al jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, que los 1.400 indultos que concedió el Gobierno de José María Aznar –entre los que había insumisos o condenados de Filesa– afectaban a personas que «no ponían ni quitaban presidentes». Es más, ha subrayado que fueron «actos jurídicos individuales y personalmente motivados», sin que fuera a cambio de un beneficio personal para el PP o el entonces presidente.

«Ninguna de las personas indultadas disponía de capacidad política alguna, no ponía ni quitaba presidentes, ni hizo constar nunca voluntad política alguna favorable a Aznar y condicionada a la concesión de su indulto, ni estableció negociación alguna con el PP destinada a favorecerlo. Aznar no ganó nada, el PP, tampoco», sentencia FAES.

Así ha replicado la fundación a las declaraciones que ha esgrimido estos días Pedro Sánchez para justificar la ley de amnistía, comparando esa norma con los más de mil indultos en un solo día que otorgó el Ejecutivo del PP. «Aznar indultó a 1.400 personas en un día y se reunió con ETA en Suiza», proclamó hace una semana.

460 INSUMISOS, EL JUEZ GÓMEZ DE LIAÑO Y CONDENADOS DE FILESA

En concreto, el Consejo de Ministros aprobó el 1 de diciembre de 2000 la concesión de 1.443 indultos del total de 3.000 cuya resolución estaba pendiente en el Ministerio de Justicia, en respuesta a dos peticiones de la Santa Sede con motivo del Jubileo 2000 «para que el Gobierno de España hiciese un gesto de sensibilidad, de generosidad y de perdón hacia la reinserción de los penados», según explicó el entonces el ministro de Justicia, Ángel Acebes. Un total de 460 eran insumisos.

En el lote de indultos otorgados por el Gobierno figuraba el del ex juez Javier Gómez de Liaño, inhabilitado durante 15 años por un delito de prevaricación; condenados por el «caso Filesa» como Alberto Flores, Luis Oliveró y Carlos Navarro; condenados en relación con las ayudas agropecuarias PER, y varios cargos públicos como el alcalde de Burgos, José María Peña, condenado por prevaricación y cuyos votos habían ayudado años antes a que Aznar fuera presidente en Castilla y León.

El Gobierno de Aznar se justificó entonces asegurando que había seguido una petición de la Santa Sede con criterios objetivos. Sin embargo, la medida originó mucho revuelo y, de hecho, el entonces jefe de la oposición, José Luis Rodríguez Zapatero, exigió la comparecencia del ministro de Justicia y del Fiscal General para explicar las razones de esos indultos.

INDULTOS TRAS LAS ELECCIONES QUE AZNAR GANÓ POR MAYORÍA ABSOLUTA

En un extenso análisis titulado El voto bajo la piedra. 20 años de Tinell que firma el diputado por Madrid del PP Miguel Ángel Quintanilla, FAES subraya que los indultos de Aznar no son como lo que se «está negociando con Puigdemont». «Aparte de que el indulto no se negocia entre quien lo da y quien lo recibe, y mucho menos lo impone quien lo recibe a quien lo da a cambio de un beneficio personal», añade.

Por eso, recalca que, sobre el argumento de Sánchez de «más de mil indultos en un día» como «antecedente directo equivalente a la amnistía», la fundación resalta que es «obvio que mil actos legales no equivalen a un gran acto ilegal y mil actos de alcance personal no equivalen a un acto de alcance general».

«Aprobar a mil alumnos después de examinarlos y calificarlos uno a uno, no es como un aprobado general sin examen para nadie. Mil indultos no son una amnistía, como mil aprobados razonados no son un aprobado general, porque su fundamento jurídico o académico es mil veces distinto», señala FAES, que cita en su documento algunos ejemplos de esos indultos, como una persona que rechazó cumplir el servicio militar condenado a seis meses de prisión e inhabilitación de 10 años o dos autores de un delito de robo.

Es más, la fundación recuerda que esos 1.400 indultos fueron aprobados «meses después de las elecciones que el PP ganó por mayoría absoluta en marzo de 2000 y meses después de la segunda investidura de Aznar, y no fueron un único acto de un día sino una miríada de actos jurídicos individuales y personalmente motivados y elaborados durante mucho tiempo».

INVOCACIÓN A SUÁREZ POR EL PCE Y A GONZÁLEZ POR LA OTAN

Según FAES, no solo «falla» la invocación de Sánchez a Aznar, sino que «falla también» la que se hace a los expresidentes Adolfo Suárez y Felipe González, mencionados como prueba de que «los cambios de opinión por responsabilidad y por compromiso con el interés general no son una rareza de Sánchez y no se deben criticar».

Así, en el caso de Suárez y sobre la legalización del PCE, la fundación recuerda a Sánchez que se produjo «en cumplimiento de la sentencia de la Sala Cuarta del Tribunal Supremo de 1 de abril de 1977 y a la vista del dictamen del fiscal del reino». Además, indica que Suárez «legalizó un partido nítidamente opuesto a sus propias posiciones políticas personales y del cuál no dependía», en un movimiento «bueno para el sistema en ciernes» pero «no precisamente para él personalmente».

En el caso de González, recuerda que «cambió de opinión sobre la permanencia de España en la OTAN» y «cabe suponer que se trató de una decisión informada y de maduración lenta». A su entender, «no consta» que el expresidente socialista «necesitara de aquel cambio de posición para ser investido, ni que obtuviera ventaja política personal o partidista tangible e inmediata».

EL PACTO DEL TINELL

FAES recuerda además que el Pacto del Tinell de 14 de diciembre de 2003 fue «la verdadera fábrica de nacionalistas, diseñada y puesta en marcha en una Cataluña que experimentaba el momento de menor tensión nacionalista en mucho tiempo».

Sobre las consecuencias políticas y sociales de ese acuerdo germinó el voto de refuerzo que necesitaba el socialismo para llegar a La Moncloa «desde el extremo», según la fundación. Es más, asegura que «el crecimiento del voto de izquierda, radical y nacionalista en Cataluña desde 2003 ha sido decisivo en las investiduras de Zapatero y de Pedro Sánchez».

«Haber inclinado el tablero catalán hacia la radicalidad ha permitido además al PSC una apariencia de refugio moderado a la que Vox ha hecho contribuciones impagables durante la última campaña», asegura, para recalcar que «las bolas extra» que los de Santiago Abasacal «han traído a la política española han sido todas para Sánchez».

Según FAES, el pacto del Tinell, que fue «la gran apuesta electoral e ideológica socialista después de perder el centro y decidir no volver a él», es «causa de la amnistía, como lo fue del golpe de 20117, un pacto para la exclusión explícita del PP como paso necesario para una mutación constitucional, para cambiarla al margen de los procedimientos y de las instituciones».

Finalmente, la fundación desataca que Pedro Sánchez es presidente «legítimamente», pero «no es el único poder legítimo». «La oposición también es legítima, los tribunales son legítimos, los medios de comunicación son legítimos. El Parlamento, por supuesto, es legítimo», resalta.

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